De acuerdo con la teoría de la creatividad de Harold Bloom, presentada en algunos de sus libros como La angustia de las influencias y Un mapa de la lectura errónea, un poeta "fuerte" es aquel que sufre la potente influencia de un predecesor pero resiste esa influencia, lucha contra ella con cada gramo de su peso. En la interpretación místico-freudiana de Bloom, la edípica lucha resultante hace que el joven poeta (que habrá sido iniciado, lanzado a la gloria de la poesía por un encuentro primordial con la obra de sus mayores) se aparte bruscamente del estilo de sus ancestros, realizando voluntariamente una lectura errónea del mismo o violentándolo de alguna otra manera. El artista fuerte está impelido por la desesperante sensación de haber llegado tarde, por la sensación de que es imposible decir nada nuevo porque el precursor ya lo ha dicho todo. Se requiere una titánica lucha psicológica para parirse a uno mismo como artista, para que el descendiente deje de hacer ventriloquía con el predecesor muerto y encuentre su voz propia. Pero un poeta (o un pintor, o un músico) "débil" simplemente es inundado, arrasado por la visión del predecesor.
En la historia del rock hay cantidad de ejemplos de artistas que tuvieron un encuentro fundante con la obra de un predecesor particular y luego debieron atravesar una fase imitativa hasta encontrar su propio estilo... Por lo general, los grupos con estilo retro habían sido un nicho en el mercado para personas obsesionadas con una época pasada. Pero ahora estas bandas pesadamente endeudadas -The Jesus and Mary Chain, The Stone Roses, Elastica, Oasis, The White Stripes- podían tornarse "centrales": figuras capaces de definir una época aún cuando la sustancia de su sonido refiriese a una época muy anterior.
Era casi como si se hubiera desatado una especie de deficiencia generacional de "la angustia de la influencia". Los grupos "fuertes" comenzaron a ser superados en número por los "débiles": fans que internalizaban sus influencias al extremo tal de que ya no replicaban sino que increíblemente escribían canciones "nuevas" con un estilo viejo, de otro. Otro factor fue la continua acumulación de historia detrás de la música con cada año que pasaba. Esto iba acompañado de la construcción de un saber, a través de artículos exhaustivos en fanzines y revistas, a través de biografías e historias de la música, de modo tal que los grupos novatos pudieran averiguar cómo se habían hecho ciertas grabaciones clásicas. Lee Mavers, el tristemente célebre compositor perfeccionista y líder de The La's, llevó la obsesión por el sonido de un período más lejos que la mayoría al rechazar una mesa mezcladora de audio vintage aduciendo que "no tenía polvo original de los años sesenta encima".
La angustia de la influencia no es lo único que ha desaparecido; la sensación de vergüenza por ser derivativo también se ha esfumado...
SIMON REYNOLDS
Retromanía - La adicción del pop a su propio pasado
2012
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