Extraído de Grancomboclub.com
Un grupo de periodistas radiales de RPP, notoriamente Patricia del Río y Aldo Mariátegui, maltrata a los estudiantes sanmarquinos. Un escritor, Marcos Avilés, indignado, escribe un testimonio sobre su experiencia sanmarquina. Uno de los periodistas radiales, Aldo Mariátegui, le cae encima al escritor insistiendo en que la educación no debe ser gratuita, que los estudiantes de universidades públicas son o pudientes o menesterosos.
Animado por el testimonio del escritor sanmarquino, un politólogo de la PUCP, Carlos Meléndez, vinculado a los periodistas radiales, ex-protegido de Aldo Mariátegui en Correo y ex-noviete de Patricia del Río, sale a denunciar al "corazón del progresismo peruano –que aplaude a Avilés". El habría sido un "cholo misio en la PUCP", maltratado por "la gentita", la actual " intelligentsia progresista" "incapaz de la autocrítica porque sus estereotipos de clase priman sobre sus voluntades ideológicas", estigmatizado como fujimorista, etc.
Desde hace tiempo que este politólogo se vende en los medios derechistas, como El Comercio de Berckemeyer, antes en el Perú 21 de Du Bois, y antes en el Correo de Mariátegui, como un aunténtico ciudadano del mundo popular, el merfi, que sí viene de abajo, en plan de desenmascarar a la izquierda elitista de la Universidad Católica. Una posición inverosímil pues lo hace aupándose al carro de la derecha más oligárquica abiertamente excluyente y discriminadora. Si le dan cabida a gente como él no es por otra razón que su obsesionada denuncia a la izquierda elitista. Lo utilizan y él se deja con gusto, pues así se trepa.
¿O alguien cree que si él sistemáticamente cuestionara a la clase oligárquica en bloque en la forma en que lo hace con la izquierda elitista tendría alguna cabida en los medios desde los que dispara? ¿O alguien cree que los medios oligárquicos se han vuelto inclusivos y ellos sí le dan a un "chiquillo de Zárate" como se autodenomina Meléndez la cabida que supuestamente no le dio la izquierda elitista? ¿Que los Berckemeyer, Du Bois, Del Río o Mariátegui no lo ven como "el otro"?
Hay una actitud brichera en su discurso de venderse como un "chiquillo de Zárate" que va directo al paladar de la derecha anticaviar. Cual peruano que instrumenta su andinidad para venderse con las turistas, este politólogo usa su origen social más su paso por la PUCP para venderse con la derecha. No falta gente así, que hace el ridículo, como la inmigrante indocumentada que salió apoyando a Trump y luego fue expulsada de los EEUU. No es el primero que viene de abajo en congraciarse con el opresor. Hay toda una historia de esta actitud, sobre todo en un Perú en el cual desde la conquista y la colonia los opresores contaron con voluntarios surgidos de las filas de los oprimidos. Nada nuevo. En los Estados Unidos los afroamericanos llaman tio Tom a esta actitud sumisa ante el poder. Es el personaje Stephen, interpretado por Samuel Jackson, de la película de Quentin Tarantino "Django desencadenado".
Hay dos cosas más que tendrían que señalarse sobre el artículo. En primer lugar que Meléndez no fue el primero en ser "un cholo en la PUCP". Hay una multitud de personas con esa experiencia, con una gran variedad de soluciones personales. No todo el mundo tuvo esta solución estruendosa de treparse al carro mediático derechista, con autobombo cada semana y todo. Algunos, como un personaje de Miguel Gutiérrez sintieron el rechazo social de la oligarquía de a verdad y lo compartieron en forma literaria. Otros pasaron a ser cuadros de la empresas y del estado. Otros acabaron dinamitados en las playas de San Bartolo en los ochentas. La PUCP dirigida por Lerner o Rubio es reciente en la historia de esta universidad. Antes hubo autoridades mucho más conservadoras, con quienes entronca mucho mejor el discurso y el modus operandi de Meléndez.
Por último, Meléndez para nada fue puenteado, excluído o visto "como el otro" por la izquierda elitista de la Católica. Todo lo contrario: le abrieron las puertas para todo. Para las ONGs, para la CVR, para las becas, para las recomendaciones laborales, para las revistas, para todo. Él es un producto de la PUCP, es uno de ellos, una hechura de la izquierda elitista que ahora descalifica y se sobra desde la derecha. Lo que más extrañeza ha causado en su alma mater no ha sido tanto su origen social, uno más entre mucha gente, sino su modus operandi oportunista, su posición política derechista y abiertamente fujimorista, y luego su asimilacion política y social a la derecha más excluyente. Y por supuesto que escupa a la mano que le hizo patita de gallo para que trepe.
Ya fue que él era chiquillo misio. Ya no lo es. Ahora es un intelectual privilegiado de la derecha, como tantos otros que escriben en los medios oligárquicos. Un Stephen al servicio del patrón.
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