...A los 808 State les fue algo mejor con el sello vinculado a una major ZTT, y seguían presentes en las listas de éxitos a la vez que prosperaban como grupo de álbum. Con su saxofón triposo y de mala calidad y sus gorjeos sampleados, "Pacific State" coincidió con la cresta de la ola del ambient o del new age house: "música para bajar, un sonido para cuando sale el sol y el viaje se acerca a su fin", en palabras de Martin Price. De todas formas, la idea original que subyacía en "Pacific" era un intento de crear un equivalente moderno del "exotica" de los cincuenta; a Graham Massey le gustaba mucho Martin Denny, en cuya música tiki (música ambiental de estilo polinesio para cócteles de barrios residenciales) solían aparecer cantos de pájaros tropicales.
En el álbum 90, "Sunrise" era una apróximación mucho mejor a la misma idea; los zarcillos de remolinos neblinosos de flauta con una espectral textura de sample y los horizontes de sinte que brillan con luz tenue hacen pensar en un amanecer polinesio. En "Sunrise" y en un track anterior, "State Ritual" (que sonaba como si unos aborígenes intentaran hacer música acid house con flautas de calabazas de madera), 808 son moradores del "Cuarto Mundo" (término de Jon Hassell para una fusión futura en la que se unían la tecnología occidental y las músicas étnicas tradicionales, tal como se esboza en álbumes como Dream Theory in Malaya y Aka-Darbari-Java/Magic Realism). Más tarde, en el mismo año 1990, 808 hicieron un remix de "Voiceprint", un track de un álbum de Hassell con influencia de hip hop, City: Works of Fiction, y lo adaptaron a la pista de baile house contemporánea. Hassell, por encima de todo un trompetista influenciado por Miles, era un veterano de la época del jazz fusión de principios de los setenta. Los 808 State homenajeaban a Weather Report y Herbie Hancock, expertos fusionistas de los grupos de Miles de finales de los setenta y principios de los setenta. Darren hablaba de "intentar crear una imagen de banda importante, un buen sonido sobre el escenario, pero no tenemos más que unos pocos aparatos. Queremos que de cada rincón de los altavoces suene algo. Esas bandas lo hacían y nosotros lo estamos haciendo".
En el siguiente álbum, ex:el, 808 State se sumergieron incluso más en las aguas de la fusión de los noventa, poniendo de manifiesto placeres y escollos... A pesar de que en ex:el hay cameos de Bernard Summer de New Order y de Björk, en su mayor parte la música de 808 State no tenía ni personalidad ni texto y era profundamente superficial. Pero tras la imagen de técnicos que se pasaban el día tocando perillas sin tener nada que decir, se ocultaban unos 808 State que en persona eran habladores, ruidosos, y en el caso de Martin Price, dogmático de forma casi patológica. Tenían personalidad a raudales... pero no era una personalidad especialmente agradable. La primera vez que entrevisté a Price y a Massey, cuando publicaron Ninety más o menos, el dúo se apresuró a definir 808 State en contraposición a la tradición avant-funk de Cabaret Voltaire, A Certain Ratio y On-U Sound, a pesar del pasado de Massey en esa escena. Massey, que esgrimía que la música rave había aventajado a los experimentalistas más intelectuales, declaró: "En comparación, los clubs mainstream son muy raros y futuristas. En sitios como The Thunderdome, ves a los típicos borrachuzos y garrulas bailando cosas rarísimas, y ni siquiera saben por dónde les sopla el viento. La gente normal está bailando cosas que son, básicamente, vanguardia".
Siete meses después, en el verano de 1990, Price cargó contra bandas híbridas de rave e indie rock como The Beloved, The Shamen y Primal Scream.
- De repente hay grupos nada creíbles metidos en el tipo de música que 808 State lleva años haciendo -y siguió burlándose del indie-rock-. La música de los demás grupos de nuestra época... No es más que otra manera estúpida de echarte novia, yendo por ahí con un signo de interrogación enorme encima de la cabeza. Ahora han descubierto que el mejor grupo contemporáneo se dedica a la música de baile y quieren cambiar sus putas vidas por completo. Pero no lo afrontan con valor, no dicen: "De acuerdo, me he equivocado, voy a dedicarme del todo a la música de baile". Se quedan nadando entre dos aguas...
SIMON REYNOLDS
"Energy Flash - Un viaje a través de la música rave y la cultura de baile"
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