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lunes, 5 de octubre de 2020

SALUD MENTAL Y PRÁCTICAS DE CUIDADOS DIGITALES EN TIEMPOS DE #COVID19


POR BELÉN GIMÉNEZ*

Mucho cambió en estos últimos meses, y de manera muy abrupta. Pasamos mucho más tiempo en nuestras cuatro paredes de lo que normalmente elegiríamos pasar. Aquellas personas con niñes, de repente tienen la tarea añadida de ver qué hacer con elles, cuidarles y ayudarles a pasar estos tiempos y lo que esta transición conlleva. Algunas personas estamos trabajando desde nuestras casas, incluso con una carga horaria más pesada, y otras nos encontramos afrontando dificultades para tener ingresos fijos o estables en estos tiempos en los cuáles la aglutinación de personas no está permitido.

Estas nuevas condiciones requieren nuevos comportamientos y hábitos, mientras nuestras mentes se encuentran en una búsqueda constante de soluciones a los distintos desafíos delante nuestro. Ante la situación de incertidumbre, pérdida de rutina y también de oportunidades, nuestro bienestar psicoemocional se puede ver afectado considerablemente. Estamos en un estado de constante recalibración y ajuste, muchas veces sin tener un norte, y a manera de salir mentalmente de nuestra situación de auto-encierro y preocupación, nos encontramos cada vez más inmersos en espacios digitales, buscando mantener nuestros vínculos y también maneras de acceder a información, expresarnos y mantener una sensación de cercanía a pesar de la distancia.

En este post, y en el marco del #MesDeLaSaludMental, queremos compartir contigo unos tips y herramientas que podrían ser de ayuda a la hora de interactuar con la tecnología, entendiendo la relación de las mismas con nuestro bienestar psicoemocional, nuestros procesos cognitivos, y la importancia de darnos una pausa en estos tiempos de incertidumbre global.

Preguntas para conectar con nuestra cabeza que pelea o vuela

Estas condiciones de cuarentena y distanciamiento social para poder enfrentar esta situación de pandemia y de crisis requieren nuevos comportamientos y hábitos, lo cual también pone a nuestras mentes en un modo de lucha y búsqueda constante de soluciones a los distintos desafíos delante nuestro, siendo algunos:

  • El manejo de preocupaciones sobre nosotres, personas a nuestro alrededor, y el futuro;
  • Lidiar niveles de ansiedad y estrés mucho más intensos;
  • Tratar de encontrar una rutina diaria;
  • Reconciliar la carga de trabajo y de cuidado de la familia en las casas;
  • Mantener contacto con otres;
  • Tratar de estar al día con las obligaciones y ritmos de trabajo virtual, así como también acostumbrarse al uso de ciertas herramientas por primera vez.

Ante estos y muchos otros desafíos combinados con un panorama incierto, es muy fácil que nos encontremos en un panorama de “fight or flight” (pelea o vuela), buscando pelear constantemente o huir de las situaciones que nos preocupan y abruman. Esta sensación de alerta, ansiedad y estrés es beneficiosa en algunos casos, ya que nos mantiene alerta en situaciones clave, como por ejemplo, tenemos que rendir un examen, entregar un informe, o producto, lavarnos las manos y usar tapabocas al salir, entre otros. De igual manera, esta sensación puede ser dañina si ese estado de alerta es uno constante, del cual no nos podemos desconectar, y el cual nos lleva a un círculo vicioso en el cual pensamos constantemente en ciertos problemas o desafíos sin encaminar esfuerzos hacia encontrar una solución, llevando a un estado de desesperación e incluso desesperanza, vinculado con la depresión.

Nuestro rendimiento cognitivo se ve impactado por lo emocional, llevándonos a distorsionar ciertas situaciones, lo cual contribuye a un ciclo de ansiedad y estrés. Específicamente nuestra corteza pre-frontal en nuestro cerebro, la cual maneja procesos cognitivos complejos como la memoria, el razonamiento, resolución de problemas y planeamiento, y la amígdala, parte de nuestro sistema límbico que regula nuestras emociones, se ven afectadas, creando una red de sobre-preocupación y miedo que puede influenciar nuestro pensar y sentir y se puede magnificar a la hora de habitar espacios digitales en los cuales nos encontramos comparando, asumiendo, y especulando muchas veces que otras personas se encuentran en mejor situación que la nuestra.

En estos casos, desde el área de Psicología Cognitiva se identificaron unas dinámicas de pensamiento que obstaculizan una visión objetiva y útil de la situación, conocidas como distorsiones cognitivas. Estas dinámicas fueron propuestas por el psicólogo Aaron Beck en 1976 y popularizadas por el psicólogo David Burns en 1980. Aquí te compartimos algunas:

  1. Minimización y descalificación de lo positivo: ¿Considerás que tus características o experiencias positivas son reales pero insignificantes? ¿Solés descontar experiencias positivas que te ocurren porque conflictúan con con tu visión negativa de ciertas cosas?
  2. Razonamiento emocional: ¿Asumís que tus reacciones emocionales reflejan realmente la situación?
  3. Lectura de mentes: ¿Asumís que otres reaccionan negativamente a tu persona sin evidencia de que así sea el caso?
  4. Catastrofizando: ¿Ves eventos negativos que podrían ocurrir como catástofres intolerables en vez de verlas con otra perspectiva?
  5. Pensamiento polarizado: ¿Ves una situación como algo muy bueno o algo muy negativo, sin un punto gris en el medio?
  6. Abstracción selectiva: Ante una situación compleja, ¿te concentrás solamente en un solo aspecto, ignorando los otros aspectos relevantes a tener en cuenta?
  7. Personalización ¿Asumís que sos la causa de algún evento externo particular, cuando en realidad otros factores son los responsables?

Hacernos estas preguntas nos ayudan a poder identificar lo que sucede, analizar el tipo de distorsión, y re-interpretar la situación en base al cuestionamiento y la reformulación del pensamiento negativo por otro que sea más realista, cuantas veces sea necesario. Es una práctica que nos ayuda a poder tener un entendimiento de nuestro funcionamiento cognitivo en estos tiempos de crisis y también en tiempos de cambio, presión, conflicto e incertidumbre.

Trabajemos en torno al cuidado

Ahora mismo, estas dinámicas de distanciamiento social y quedarnos en nuestras casas se hacen en base a promover el cuidado, de cierta manera. Pero a la par de ciertas exigencias que se dan ahora que pasamos a realizar intercambios en línea con mucha más frecuencia, sumando los desafíos que se presentan y que mencionamos más arriba, necesitamos también pensar en el cuidado de nuestro pensar y sentir: en nuestro bienestar social, psicológico y emocional no solamente a nivel individual sino también a nivel colectivo.

En estos tiempos en los cuales nuestras interacciones en línea fueron en aumento, ¿cómo nos cuidamos al habitar estos espacios? ¿Cómo seguimos manteniendo interacciones, vínculos y maneras de comunicarnos que sean humanas? Las compañeras del Fondo de Acción Urgente de América Latina y el Caribe (FAU-AL), cuyo eje de trabajo tiene al cuidado desde el centro, cuentan con diversas prácticas y consejos a tener en cuenta para el cuidado de nuestros cuerpos digitales y nuestro bienestar emocional en estos momentos de crisis en base a sus experiencias como equipo de trabajo remoto. Aquí te las compartimos:

1. No estamos soles: Es importante reconocer que tenemos diferentes niveles de uso, y experiencias con las tecnologías. En base a esas diferencias, se deben establecer acuerdos sobre canales de comunicación a utilizar que propicien un buen nivel de interacciones con el mínimo nivel de estrés posible.

2. Cultivemos la comunicación asertiva: Las compañeras del FAU-AL nos recomiendan transmitir las cosas de manera oportuna y directa para evitar acumular tensiones y preocupaciones. Ante situaciones de urgencia, consideremos realizar llamadas directas o videollamadas cuando sea necesario para construir espacios seguros de comunicación en donde no hayan monólogos virtuales a través de mensajes o audios, sino un espacio de diálogo y escucha activa que lleve a una resolución y alivie ansiedades o incertidumbres.

3. UBUNTU: Ubuntu viene de las lenguas de la región sudafricana, que puede se traducida a soy porque somos”. Este concepto se utiliza para hablar del sentido de unión, cooperación y solidaridad entre personas, contruyendo enlaces de confianza. Esto se traslada a lo digital en la capacidad de confiar en las habilidades e intenciones de las demás personas a la hora de trabajar en conjunto. Las compañeras hablan de la importancia de poder asumir ciertas lecturas con la mejor de las intenciones, entendiendo que al interactuar desde la distancia y a través de mensajes de texto o correos, por ejemplo, muchas veces se trasmiten cosas sin las emociones o tonos adjuntos. Por ende, la confianza y asumir las mejores intenciones se vuelve fundamental para no caer en lo que mencionamos más arriba, las distorsiones cognitivas que nos generan ansiedad y estrés.

4. Pausemos:Tomemos una pausa activa, alejémonos de nuestras computadoras y dispositivos, démonos el tiempo de respirar largo y profundo, mover el cuerpo, estirar un poco, y dar un descanso a nuestros ojos. Sin tomarnos una pausa, no nos damos el tiempo para recalibrar energías, y tanto nuestro rendimiento como nuestro pensar y sentir se ven definitivamente impactados.

5. Seamos conscientes de nuestros privilegios digitales: Esto es algo que desde TEDIC también lo reconocemos, ya que si bien trabajamos desde el marco de uso de software libre y herramientas seguras, sabemos que muchas veces las mismas no son accesibles para todas las personas, ya que nuestros niveles de autonomía y posibilidad de escoger varían de acuerdo a nuestros contextos. Dimensionemos estas diferencias, y con empatía apoyemos a las personas para hacer uso de herramientas tecnológicas de manera segura y ágil. Es un proceso que requiere paciencia y sorodidad 🙂

6. Un llamado a la calma: Es una posibilidad de que el Internet nos abandone, que la conexión esté sobrecargada y eso la haga más lenta, y que por ende ciertas tareas o acciones tomen más tiempo. Las chicas nos comentan sobre la importancia de tomarnos un respiro y entender que ciertas cosas están fuera de nuestro control, y que no debemos frustrarnos por algo que en realidad se escapan de nuestra responsabilidad. Intentemos afrontar estas dificultades con paciencia y también con compasión hacia nosotres.

7. Busquemos el equilibrio: Es importante escuchar el ritmo de cada persona, buscando el equilibrio entre tiempos institucionales, personales y colectivos. ¿Te diste cuenta de que tenés un mejor rendimiento a la tarde o noche que a la mañana? Las compañeras recomiendan poder establecer estos tiempos en base a los ritmos de cada persona, con tal de que se acuerden tiempos en que todes puedan coincidir para tener reuniones en equipo o resolver cuestiones que requieren un diálogo y planificación más directa. Esto ayuda a adquirir un balance y un rendimiento más efectivo, en base a entender de que cada persona tiene sus ritmos.

8. Corresponsabilidad digital: El cuidado en entornos digitales no solamente conlleva prácticas individuales de cuidado, sino también prácticas y hábitos que tengan en cuenta el cuidado y la seguridad de las demás personas. Es importante entender hasta dónde llega la información que comparto o a las cuales tienen acceso aplicaciones y herramientas que utilizo, y cuánto se puede saber de mis contactos a través de esas vías y huellas digitales mías.

9. Compartir segures: Es necesario reflexionar y dialogar en equipo sobre la información y datos que compartimos a través de los canales y plataformas que utilizamos. ¿Qué tan seguras son? ¿Qué ocurriría si terceros tienen acceso? ¿Tenemos algún protocolo de acción y cuidado que nos sirva para mitigar estos riesgos?

¿Dónde podés empezar? Acá te compartimos nuestros posteos sobre los siguientes temas en seguidad digital que te podrían ser de utilidad:

10. Tomemos en serio nuestro almuerzo y procuremos no comer en frente a la computadora o nuestro celular. Aprovechemos este momento para tomar esa pausa activa y recalibrar energías y emociones.

11. Abracemos la incertidumbre con esperanza: Las compañeras del FAUL-AL nos recuerdan que la vida no la vivimos a través de nuestras pantallas, sino más bien a través de nuestro cuerpo y piel. Estamos ahora en falta de oxitocina por no abrazarnos y tener el mismo nivel de contacto con los demás como antes. Pensemos cuándo nuevamente podremos retomar ciertos hábitos de contacto físico (teniendo todos los cuidados necesarios) con esperanza, con emoción y energías positivas.

12. Que la bola de nieve no nos atropelle: Tratemos de no sobrecargarnos de información y démonos la chance de desconectarnos, y desintoxicarnos de las redes sociales, de ser necesario. Habitemos estos espacios de manera más conciente.

¿Y cómo hacerlo? De eso les hablaremos ahora 🙂

Tips de desintoxicación digital para resistir

Es una realidad que el uso de dispositivos y estar frente a la pantalla nos desgasta. Realizar ciertas actividades, como reuniones vía videollamadas o tener que estar constantemente alerta a cualquier mensaje o correo que recibamos mientras de paso nos bombardean de noticias e incluso desinformación, también tiene un impacto. Realizamos un esfuerzo cognitivo muy grande, que en definitiva agota nuestros niveles de energía, haciendo un ping pong entre revisar nuestras redes, ver toda una temporada de una serie en una sola noche, o pasar de una app a otra, diluyendo nuestra atención y energía.

Cada tanto es importante hacer una desconexión y desintoxicación del uso de nuestros dispositivos, ya que estar en un estado de constante conexión no solamente tiene un impacto negativo en lo cognitivo, sino también físico.

¿Alguna vez experimentaste dificultad de conciliar el sueño luego de utilizar tu computadora, tablet o celular poco antes de ir a la cama, o en la cama misma? Esta ocurrencia es conocida Junk Sleep, o “Sueño basura”. El término se refiere al efecto fisiológico en donde el estado de sueño profundo no se logra o se ve interrumpido debido al uso de dispositivos electrónicos poco antes de haber conciliado el sueño (añadiendo el sonido o vibración de notificaciones, lo cual rompe el sueño constantentemente).

El brillo de las pantallas, la portabilidad de los dispositivos, y la naturaleza y tipo del contenido que consumimos juegan un rol en conectar nuestro cerebro a ciertos flujos de actividad que nos alejan del estado de sueño. Por ejemplo, utilizar una red social o navegar en Internet antes de dormir manipula al cerebro para que se vuelva más activo, en vez de preparlo para dormir, creando un estado falso e innecesario de alerta. Se recomienda no utilizar los dispositivos como mínimo de media hora antes de ir a dormir, para tener un sueño profundo que recargue energías.

También te compartimos un GIF hecho por nuestras compañeras de Derechos Digitales, en donde nuestra directora Maricarmen Sequera compartió unos tips de desintoxicación:

Fuente: 8 consejos de seguridad digital contra la violencia en línea: #6 La seguridad digital también está en el autocuidado, de Derechos Digitales

Además, es importante saber que las plataformas de redes sociales están hechas para tratar de tenernos conectades la mayor cantidad de tiempo posible, utilizando mecánicas de diseño persuasivo para que liberemos dopamina, nuestra hormona anticipatoria del placer, que se libera cuando sentimos que recibimos una recompensa al recibir ese like, ese comentario, o esa reacción que nos hace sentir bien y de cierta manera validadas.

Si querés saber más sobre el rol de la dopamina al interactuar con nuestros dispositivos, te compartimos nuestro posteo sobre tecnología persuasiva y patrones de enganche digital, en donde hablamos de cómo las tecnologías están justamente hechas para tenernos conectades la mayor cantidad de tiempo posible y estimularla.

Si preferís informarte al respecto de otra manera, también tenemos un episodio de podcast al respecto:

Ante todo, el cuidado en estos tiempos

Es importante entender que en estos tiempos nos rodea mucha inseguridad, incertidumbre y cambios que nos afectan de distintas maneras. Esperamos que estos tips les sean de utilidad para avanzar hacia la creación y/o adquisición de prácticas de cuidado de nuestra salud mental en estos tiempos, y de que entendamos que sentir preocupación, ansiedad y estrés en estos tiempos es normal. Aprendamos a ser flexibles con nuestras rutinas y a ejercer la compasión hacia nosotres, entendiendo la particularidad de estos tiempos.

Para más información, también te recomendamos que sigas el hashtag de #HablemosDeSaludMentalEnCuarentena y #TuSaludMentalTambién, en las redes sociales.

¿Te identificás con lo mencionado y querés saber cómo lidiar con estas emociones? Aquí también te compartimos una excelente guía hecha por Psychologytools para vivir con preocupación y ansiedad en estos tiempos de ansiedad global.

Si te sentís o encontrás:

  • Pensando sobre ciertos temas o problemas de manera repetida, sin llegar a una solución;
  • Teniendo problemas conciliando el sueño;
  • Pérdida de apetito o apetito en exceso;
  • Dificultad concentrándote y tomando decisiones;
  • Abrumándote o irritándote con facilidad

Y estas cosas te afectan considerablemente, te recomendamos que consultes con un profesional. Hay canales de comunicación preparados para ayudarte en estos tiempos. Acá te compartimos un canal de Paraguay del equipo de Salud Mental y Educación del Comité Científico del CONACYT (Consejo nacional de ciencias y tecnología) para la contingencia contra el COVID-19 que ofrece servicios de salud mental y acompañamiento psicológico en estos tiempos: https://twitter.com/SaludMental_Py

También, si sentís que vos o alguien que conozcas corre el riesgo de provocarse daño autoinfligido o de considerar el suicidio en base al contenido que publica en las redes, te compartimos los centros de ayuda que tienen TwitterFacebook e Instagram en relación a este tipo de comportamientos, incluyendo trastornos alimenticios.

¿Conocés alguna organización o colectivo que trabaja en torno al tema o encontraste recursos y materiales relacionados que te gustaría sugerir?

Compartíla a través de tus comentarios o escribínos a hola@tedic.org 🙂

Este artículo fue realizado con el apoyo de los fondos de campaña de APC, financiados por la Agencia Sueca de Cooperación Internacional al Desarrollo, en el marco del proyecto ANTIVIRUS de TEDIC.

Este artículo está disponible bajo la licencia Creative Commons. Reconocimiento compartir igual 4.0. Esto quiere decir que vos podés reutilizar, remezclar y crear a partir de esta obra, incluyendo fines comerciales, siempre y cuando le den el crédito al autor y la nueva creación lleve una licencia igual a esta.


* Tomado de TEDIC 

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barbarismos

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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

las cosas como son

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