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miércoles, 28 de febrero de 2024

SUN RA :. Si la Tierra te resulta aburrida...

Las primeras grabaciones de Ra están marcadas por la fuerte sensación de estar dando los pasos hacia un renacimiento artístico, hacia una transformación chamanística en la fuerza central de un universo estrafalario y virtualmente autónomo. Es por esa razón que resistió la tentación de dar a conocer sobre su vida temprana. Al descartar los efectos debilitantes y sacrílegos de la arqueología biográfica y su fama fugaz, se hallaba en mejores condiciones para mantener la integridad sagrada de su universo mágico. ¿Había nacido en Saturno o Birmingham, Alabama?, se preguntarían los críticos. En 1914, Alabama tal vez fuese un lugar más extraño que Saturno. Durante nuestra conversación suelta algunos bocados tentadores: "Los cómics hablaban de todo tipo de invenciones que hoy existen. Solía leer cómics todo el tiempo. En muchas cosas me guío por la Biblia. La Biblia dice que Dios se sirve de tonterías para dejar atónito al mundo. Bueno, los cómics para mí son ese tipo de tonterías, así que me los leo todos. La primera vez que alguien escribió sobre la bomba atómica fue en un cómic. O sobre el reloj de pulsera con TV. Todas esas cosas que habían aparecido en los cómics están sucediendo".

Como en ningún otro lado, los Estados Unidos están plagados de excéntricos, visionarios psicodélicos, elaboradores de teorías conspirativas y chiflados que se ordenan a sí mismos como líderes espirituales de iglesias por correo, derramando filosofía en corrientes energéticas de locura que se alimentan directamente de ovnis pasajeros, vaticinando el fin del mundo y el retorno de la edad de oro. ¿Qué hacía diferente a Sun Ra? En parte, que tenía conciencia de sí mismo con mucho sentido del humor. En una de sus canciones fríamente pegajosas, Ra proclamaba que el fin del mundo ya era cosa del pasado; es decir que sabía cómo jugar con las reglas del negocio apocalíptico. En otros aspectos encajaba con el perfil: un profeta popular que pegaba retazos de conocimiento autodidacta en un loco  patchwork de sabiduría profunda, charlatanerías y glosolalia. Su música abrazó contradicciones similares: un momento en Saturno, al momento siguiente de vuelta en la Tierra en un club burlesque de Chicago. Esta divergencia irracional desconcertaba a los compositores europeos, que abrevaban en un misticismo más intelectual. "Tuvo una enorme potencia", declaraba un Stockhausen entusiasmado a Melody Maker en 1971 después de ver un concierto de Sun Ra. "Realmente los primeros veinte minutos fueron de una música experimental de vanguardia de primer nivel e inclasificable. ¡Fue increíblemente asimétrico! [...] Pero después de esa pieza vino una música de cantina insípida. No me gustó para nada. Era como una música de película barata".

Algún día Sun Ra podrá ser contextualizado dentro de una corriente subterránea místico-política del pensamiento negro estadounidense junto a figuras como Marcus Garvey y el fundador del Moorish Science Temple [Templo de la ciencia mora], el profeta del turbante Noble Drew Ali. En su historia del free jazz As Serious ad Your Life, Valerie Wilmer señala que Ra lideró una organización nacionalista negra con base en Chicago que distribuía panfletos sobre la importancia futura de la tecnología electrónica, y existen rumores sobre su influencia en las ideas de Elijah Muhammad, uno de los fundadores de la Nación del Islam. Wilmer recoge también una historia contada por el saxofonista Red Holloway, que recuerda que Sun Ra estaba planeando viajar a Nueva York para comprar unos libros cuando -como Des Esseintes- decidió que el viaje físico resultaba innecesario. "Dijo que no mandaría a su cuerpo", le contó Holloway a Wilmer, "su ¿proyección astral? Sí, era eso. Y dijo que obtuvo la información que necesitaba". Cuando algunos se reían, Holloway los desafiaba: "¿Acaso pueden probar que no fuera cierto?".



La parte del mensaje de Sun Ra que Stockhausen nunca llegó a comprender venía de la experiencia de Ra como hombre negro en los Estados Unidos.
"Debido a la segregación", escribió una vez, "tengo solamente un vago conocimiento del mundo blanco, y ese conocimiento es superficial. Porque sé más sobre lo que es ser negro que blanco, conozco mis necesidades y mi naturalidad. Conozco mi intuición, que es ser lo que es natural ser. Esa es la ley de la naturaleza en todas partes". Con sonido, luces, palabras, color y vestuario, Ra urdió una alucinación conmovedora y rutilante del antiguo Egipto, las profundidades del espacio y los reinos o imperios africanos -Nubia, Ashanti, los hausa, los yoruba, Mandinga, Songhai, Sudán, Malí, los xhosa-, una historia del futuro con la cual combatió por las almas de su pueblo contra el legado de la esclavitud, la segregación, las drogas, el alcohol, la apatía y los poderes corruptores del capitalismo.

Una extraordinaria película realizada en 1974 permite hacerse una idea más clara de la manera en que Ra entendía sus propósitos, y refleja también muchos de los elementos mitopoiéticos de su vida. En tanto fantasía cósmica de blaxploitation con elementos de ciencia ficción y bíblicos, Space is the Place es realmente única. La película comienza en 1943 en un club de Chicago. Ra está sentado al piano acompañando el espectáculo. Un hombre llamado The Overseer [el supervisor] exige que sea despedido. Ra toca acordes extraños que casi destruyen el club. La escena cambia al desierto, donde Ra y The Overseer entablan un combate mágico. Ra y su Arkestra aterrizan luego en una nave espacial y firman un contrato promocional. Ra es secuestrado y rescatado, toca un concierto y finalmente abandona la Tierra antes de que sea destruida por una enorme explosión. Hay una escena en la que Ra visita un centro comunitario para jóvenes que resulta particularmente reveladora. "¿Cómo sabemos que no eres un viejo hippie o algo por el estilo?", le pregunta una mujer. "¿Cómo sabes que soy real?", le replica Ra. "No soy real. Soy igual que ustedes. Ustedes no existen en esta sociedad. Si lo hicieran, su gente no estaría reclamando igualdad de derechos. Ustedes no son reales. Si lo fueran, tendrían algún estatus entre las naciones del mundo. Vengo a ustedes como mito, porque eso es lo que son las personas negras. Vengo de un sueño que el hombre negro soñó mucho tiempo atrás".

DAVID TOOP
de "Océano de Sonido"

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barbarismos

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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

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es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

las cosas como son

las cosas como son

las cosas como son II

las cosas como son II