Las primeras grabaciones de Ra están marcadas por la fuerte sensación de estar dando los pasos hacia un renacimiento artístico, hacia una transformación chamanística en la fuerza central de un universo estrafalario y virtualmente autónomo. Es por esa razón que resistió la tentación de dar a conocer sobre su vida temprana. Al descartar los efectos debilitantes y sacrílegos de la arqueología biográfica y su fama fugaz, se hallaba en mejores condiciones para mantener la integridad sagrada de su universo mágico. ¿Había nacido en Saturno o Birmingham, Alabama?, se preguntarían los críticos. En 1914, Alabama tal vez fuese un lugar más extraño que Saturno. Durante nuestra conversación suelta algunos bocados tentadores: "Los cómics hablaban de todo tipo de invenciones que hoy existen. Solía leer cómics todo el tiempo. En muchas cosas me guío por la Biblia. La Biblia dice que Dios se sirve de tonterías para dejar atónito al mundo. Bueno, los cómics para mí son ese tipo de tonterías, así que me los leo todos. La primera vez que alguien escribió sobre la bomba atómica fue en un cómic. O sobre el reloj de pulsera con TV. Todas esas cosas que habían aparecido en los cómics están sucediendo".
Como en ningún otro lado, los Estados Unidos están plagados de excéntricos, visionarios psicodélicos, elaboradores de teorías conspirativas y chiflados que se ordenan a sí mismos como líderes espirituales de iglesias por correo, derramando filosofía en corrientes energéticas de locura que se alimentan directamente de ovnis pasajeros, vaticinando el fin del mundo y el retorno de la edad de oro. ¿Qué hacía diferente a Sun Ra? En parte, que tenía conciencia de sí mismo con mucho sentido del humor. En una de sus canciones fríamente pegajosas, Ra proclamaba que el fin del mundo ya era cosa del pasado; es decir que sabía cómo jugar con las reglas del negocio apocalíptico. En otros aspectos encajaba con el perfil: un profeta popular que pegaba retazos de conocimiento autodidacta en un loco patchwork de sabiduría profunda, charlatanerías y glosolalia. Su música abrazó contradicciones similares: un momento en Saturno, al momento siguiente de vuelta en la Tierra en un club burlesque de Chicago. Esta divergencia irracional desconcertaba a los compositores europeos, que abrevaban en un misticismo más intelectual. "Tuvo una enorme potencia", declaraba un Stockhausen entusiasmado a Melody Maker en 1971 después de ver un concierto de Sun Ra. "Realmente los primeros veinte minutos fueron de una música experimental de vanguardia de primer nivel e inclasificable. ¡Fue increíblemente asimétrico! [...] Pero después de esa pieza vino una música de cantina insípida. No me gustó para nada. Era como una música de película barata".
Algún día Sun Ra podrá ser contextualizado dentro de una corriente subterránea místico-política del pensamiento negro estadounidense junto a figuras como Marcus Garvey y el fundador del Moorish Science Temple [Templo de la ciencia mora], el profeta del turbante Noble Drew Ali. En su historia del free jazz As Serious ad Your Life, Valerie Wilmer señala que Ra lideró una organización nacionalista negra con base en Chicago que distribuía panfletos sobre la importancia futura de la tecnología electrónica, y existen rumores sobre su influencia en las ideas de Elijah Muhammad, uno de los fundadores de la Nación del Islam. Wilmer recoge también una historia contada por el saxofonista Red Holloway, que recuerda que Sun Ra estaba planeando viajar a Nueva York para comprar unos libros cuando -como Des Esseintes- decidió que el viaje físico resultaba innecesario. "Dijo que no mandaría a su cuerpo", le contó Holloway a Wilmer, "su ¿proyección astral? Sí, era eso. Y dijo que obtuvo la información que necesitaba". Cuando algunos se reían, Holloway los desafiaba: "¿Acaso pueden probar que no fuera cierto?".
La parte del mensaje de Sun Ra que Stockhausen nunca llegó a comprender venía de la experiencia de Ra como hombre negro en los Estados Unidos. "Debido a la segregación", escribió una vez, "tengo solamente un vago conocimiento del mundo blanco, y ese conocimiento es superficial. Porque sé más sobre lo que es ser negro que blanco, conozco mis necesidades y mi naturalidad. Conozco mi intuición, que es ser lo que es natural ser. Esa es la ley de la naturaleza en todas partes". Con sonido, luces, palabras, color y vestuario, Ra urdió una alucinación conmovedora y rutilante del antiguo Egipto, las profundidades del espacio y los reinos o imperios africanos -Nubia, Ashanti, los hausa, los yoruba, Mandinga, Songhai, Sudán, Malí, los xhosa-, una historia del futuro con la cual combatió por las almas de su pueblo contra el legado de la esclavitud, la segregación, las drogas, el alcohol, la apatía y los poderes corruptores del capitalismo.
Una extraordinaria película realizada en 1974 permite hacerse una idea más clara de la manera en que Ra entendía sus propósitos, y refleja también muchos de los elementos mitopoiéticos de su vida. En tanto fantasía cósmica de blaxploitation con elementos de ciencia ficción y bíblicos, Space is the Place es realmente única. La película comienza en 1943 en un club de Chicago. Ra está sentado al piano acompañando el espectáculo. Un hombre llamado The Overseer [el supervisor] exige que sea despedido. Ra toca acordes extraños que casi destruyen el club. La escena cambia al desierto, donde Ra y The Overseer entablan un combate mágico. Ra y su Arkestra aterrizan luego en una nave espacial y firman un contrato promocional. Ra es secuestrado y rescatado, toca un concierto y finalmente abandona la Tierra antes de que sea destruida por una enorme explosión. Hay una escena en la que Ra visita un centro comunitario para jóvenes que resulta particularmente reveladora. "¿Cómo sabemos que no eres un viejo hippie o algo por el estilo?", le pregunta una mujer. "¿Cómo sabes que soy real?", le replica Ra. "No soy real. Soy igual que ustedes. Ustedes no existen en esta sociedad. Si lo hicieran, su gente no estaría reclamando igualdad de derechos. Ustedes no son reales. Si lo fueran, tendrían algún estatus entre las naciones del mundo. Vengo a ustedes como mito, porque eso es lo que son las personas negras. Vengo de un sueño que el hombre negro soñó mucho tiempo atrás".
DAVID TOOP
de "Océano de Sonido"
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