La moda de buscar prestigio y caché a través de la cultura, música alternativa, el shoegaze, lo experimental etc se ha intensificado en las últimas décadas debido, en gran parte, a cómo ha evolucionado, globalmente, el sistema-mundo. Luego del desplome de la URSS y la caída de los regímenes comunistas, como sabemos, el capitalismo se enseñoreó y hoy estamos en un momento en donde en Argentina, por ej, gobierna Milei, y en Brasil hace poco Bolsonaro, ídem USA con Donald.
Hoy ya no llama la atención ver centros comerciales o malls en las ciudades de provincias y mucho menos en los conos. El neoliberalismo se ha enseñoreado del planeta y colonizado las mentes, hasta las más inquietas. El arte, la cultura era el último bastión de resistencia, pero ya no lo es más. Hoy para destacar como artista tienes q tener un PR o unos contactos de la csm, y lo de menos es q tu música sea decente, original o innovadora. Se estila vender, incluso, gato por liebre. Lo mismo sucede con los melómanos o seudo melómanos-fans, buscan que comprar, una personalidad que ponerse, etc. La investigación apasionada y sincera por música, cultura se va perdiendo y el futuro se pinta arisco dado que hoy la música es gratis, no cuesta nada, y lo que quieras saber o no lo tienen todos a un click, junto a la pornografía, las trivialidades de la internet, los influencers y tantas cojudeces.
Resumiendo, no se trata de q todo tiempo pasado haya sido mejor, así axiomáticamente. Se trata de que hoy se enseñorea el neoliberalismo, las repúblicas empresariales, el mkt, la mentalidad de por la plata baila el mono y, tristemente, la música y cultura no han escapado a ello.
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