Hasta donde sé o recuerdo, en mi vida, 47 años ya, he perdido la conciencia o me he desmayado en "patatús" solo 1 vez. Ocurrió el 2006 cuando tras una tarde de full druks, pepas y café y de parar con los space rockers del Rímac en Quilca, terminé -no sé cómo- en el Malecón de Miraflores. La noticia que me había tirado al mar desbarrancándome, cual la canción de MARÍA T-TA, apareció en los telediarios de la TV y hasta mis familiares se enteraron al verme en pantalla y en camilla trasladado por paramédicos y, sobre todo, nombrado.
Los locos space post rockers se habían esfumado eso sip. Creo que se habían hartado de mi tmb o no se imaginaban que realmente lo haría. Siguen por ahí en la música como siempre y bacán.
Recuerdo que desperté 2 días después en el Hospital Cayetano Heredia, a donde me trasladaron después de pasar por Emergencias del Casimiro Ulloa, y cuando me contaron por qué estaba ahí y lo que había hecho, lo primero que pensé fue : "¡CSM, qué mala suerte, me atrevo a hacerlo y mi rescatan, puagh!.
Pasé un par de meses ahí y siempre estaré agradecido a Sajjra Galarreta, quien fue el único amigo que mi familia permitió visitarme, pues llevó un instrumento raraso al Hospital -ni idea de cómo se lo habrán dejado pasar-, una especie de disco de algún material resonante que tocó en mi dormitorio ahí y sonó bravo. Galarreta alcanzó a comentarme que, antes de lanzarme, había escrito un testamento en mi blog, algo que yo ciertamente no tenía ni idea, y que era raro pues se notaba a leguas que era o estaba consciente de todo, "el texto aquél estaba bien redactado". ¡Ja!
Cuando me dieron de alta y pude al fin entrar a la cabina de Internet del barrio, en silla de ruedas, vi el post y tenía varios comentarios a favor y en contra, unos apoyándome y otros diciéndome "ojalá te mu3r4s gordo de m", etc. Eran varios, quizás 50 comentarios o más. Ya no se pueden ver porque he transformado los comentarios del blog al entorno Disqus y además eliminé todos los comentarios de ese ítem. [El link del post acá.]
Entonces solo aquella vez he perdido realmente la dizque consciencia y de eso han pasado 18 años. No vi nada parecido a la luz blanca o la vida después de la muerte etc. Vacío total. Desde entonces me he reconstruido y reformulado sónicamente y como ser incluso. Sin embargo, algunas cosas permanecen de los 90 y hasta de la niñez ochentera., a saber, la pasión por la belleza de la música y el éter: mi alma rural celeste.
No sé cómo ni cuándo terminaré este viajecito tridimensional, la put4 vida, quizás la gracia de mis padres de internarme en el Noguchi haya tenido un rol preponderante en el facto de mi increíble sobrevivencia hasta hoy. O sea no tengo laburo, soy bipolar, autista, depresivo, super sensitivo y demás... Tengo todo para fracasar en el entramado post capitalista tardío. 47 años me parece bastante y si no fuera por los psiquiatras y las pepas del Hospital Noguchi no la hacía. Sin dejar de mencionar, que sufrí intenso bullying de niño y adolescente -he aquí la razón de mi desprecio a las vibras y músicas maléficas oscuronas- por la mala suerte de tener un hermano mayor envidioso de los talentos y dones que tenía incluso ya infante. Ay, qué bien que sé lo que debieron pasar hermanos como José María Arguedas...Canciones, tracks y discos míos van y vienen y ha sido bueno seguir batallando y creando, a pesar de que la repercusión y el soporte societal resultante nos sean esquivos.
Un saludo desde el cono norte milenario,
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