Estuve hace un rato leyendo el enervante editorial de la revista local "Distancia Crítica", que va ya por su quinto número, si no me equivoco.
Sin más preámbulos aquí un pequeñísimo extracto de aquel editorial.
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Asociación Libre
Distancia Crítica es una asociación libre de productores independientes. Un medio organizado bajo criterios ajenos a los modos de producción e intercambio capitalistas. Ni codiciamos el premio verde destinado a la conducta correcta y represiva, ni tememos el castigo a la libertad de movimiento y palabra. No somos jóvenes competitivos, vendedores de sí mismos y líderes de la auto-promoción. Ni siquiera pretendemos rentabilidad. Nuestro trabajo encuentra íntima motivación en la necesidad apremiante de abrir nuevos canales de diálogo y encuentro entre sujetos de conocimiento, que puedan tener implicancias en la práctica social. Pretendemos ser aporte para dilatar el horizonte de conocimientos críticos y posibilidades existenciales, combatir la coerción física y mental, el sonambulismo que se agudiza en tanto la lógica del espectáculo y la homogenización se impone en contextos incapaces de hacerles frente por razones económicas y de agrietamiento social. Nuestro supuesto "tercermundismo" nos impone tareas urgentes que el conjunto social debe asumir y los intelectuales orgánicos no pueden dejar de señalar. Las organizaciones comunales han sido debilitadas con dedicación programada, desprestigiando modos de producción y relación basados en la reciprocidad, imponiendo una sola visión de desarrollo, progreso y eficiencia. Lo que es peor: en el territorio que hoy denominamos Perú, culturas ancestrales fueron combatidas con marginación, acero y cruces, desterrando más de un centenar de cosmovisiones milenarias enfocadas en la máxima producción material de los distintos espacios geográficos; el conocimiento técnico occidental no llegó a reemplazar el vacío cognitivo, sino que sólo quedó la fe embrutecedora y el servilismo al patrón. Poco ha cambiado. Proletariado y campesinado siguen convenientemente relegados en la ignorancia, alejándolos así de la libertad y la participación política; la nueva burguesía tecnócrata ha sido educada en el desprecio a la tierra y al espíritu, a la solidaridad y la comunidad, constituyéndose como anti-sociales que venden sus conciencias por unos reales miserables. Sólo importa ascender, ingresar al club, hablar por celular, aparentar y diferenciarse del resto de la población, desligarse del hombre que vive, sufre y trabaja. ¡Qué indignante comportamiento!
(...)
www.realidadvisual.org/distancia/
Sin más preámbulos aquí un pequeñísimo extracto de aquel editorial.
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Asociación Libre
Distancia Crítica es una asociación libre de productores independientes. Un medio organizado bajo criterios ajenos a los modos de producción e intercambio capitalistas. Ni codiciamos el premio verde destinado a la conducta correcta y represiva, ni tememos el castigo a la libertad de movimiento y palabra. No somos jóvenes competitivos, vendedores de sí mismos y líderes de la auto-promoción. Ni siquiera pretendemos rentabilidad. Nuestro trabajo encuentra íntima motivación en la necesidad apremiante de abrir nuevos canales de diálogo y encuentro entre sujetos de conocimiento, que puedan tener implicancias en la práctica social. Pretendemos ser aporte para dilatar el horizonte de conocimientos críticos y posibilidades existenciales, combatir la coerción física y mental, el sonambulismo que se agudiza en tanto la lógica del espectáculo y la homogenización se impone en contextos incapaces de hacerles frente por razones económicas y de agrietamiento social. Nuestro supuesto "tercermundismo" nos impone tareas urgentes que el conjunto social debe asumir y los intelectuales orgánicos no pueden dejar de señalar. Las organizaciones comunales han sido debilitadas con dedicación programada, desprestigiando modos de producción y relación basados en la reciprocidad, imponiendo una sola visión de desarrollo, progreso y eficiencia. Lo que es peor: en el territorio que hoy denominamos Perú, culturas ancestrales fueron combatidas con marginación, acero y cruces, desterrando más de un centenar de cosmovisiones milenarias enfocadas en la máxima producción material de los distintos espacios geográficos; el conocimiento técnico occidental no llegó a reemplazar el vacío cognitivo, sino que sólo quedó la fe embrutecedora y el servilismo al patrón. Poco ha cambiado. Proletariado y campesinado siguen convenientemente relegados en la ignorancia, alejándolos así de la libertad y la participación política; la nueva burguesía tecnócrata ha sido educada en el desprecio a la tierra y al espíritu, a la solidaridad y la comunidad, constituyéndose como anti-sociales que venden sus conciencias por unos reales miserables. Sólo importa ascender, ingresar al club, hablar por celular, aparentar y diferenciarse del resto de la población, desligarse del hombre que vive, sufre y trabaja. ¡Qué indignante comportamiento!
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www.realidadvisual.org/distancia/