Ricardo Palma a los 83 años, con sus nietos.
Sin blanqueamiento oficial.
Sin blanqueamiento oficial.
LOS INOCENTONES
Reniego de tales inocentones y la peor recomendación que para mí puede hacerse de un muchacho, es la que algunos padres, muy padrazos, creen hacer en favor de su hijo, cuando dicen: ¡fulanito es un niño muy inocentón!
Siempre que escucho a un padre hablar de las inocentadas de su hija, me viene en el acto a la memoria la copla sobre aquella inocentona que:
- Un día dijo a un mozo
a la sombra de una higuera
En no metiéndome a monja
méteme lo que tú quieras.
Conocí a un muchachote de dieciséis años de edad, que nunca había abierto la boca para pronunciar una palabra; los médicos opinaban que no era mudo, sino tartamudo, y que en el día menos pensado, rompería a hablar como una cotorra; por supuesto que recomendaron a la madre lo tratase con mucho mimo y que en nada se le contrariase. Realmente, una tarde, dijo el enfermo:
-Mamá... mamá.
Es para imaginada, más que para descrita, la alegría de la buena señora, que tenía al enfermito en el concepto de ser más inocente que todos los que Herodes condenó a la degollina.
-¡Angelito de Dios! ¿Qué quieres? ¿Qué deseas?
Apuesto una cajetilla de cigarrillos, que es lo que puedo despilfarrar, a que no adivinan ustedes lo que contestó el inocentón. Vamos, ¡ya veo que no me aceptan la apuesta y que se dan por vencidos!
-Dime, rey del mundo -prosiguió la madre-, ¿qué es lo que quieres?
-¡Chu... cha! -contestó lacónicamente el picaronazo.
-Desde entonces, no creo en los inocentones.
RICARDO PALMA
Tradiciones en Salsa Verde
Clásica imagen de Ricardo Palma enarbolada por los criollos y difundida en los textos escolares.
Palma asintió a lo largo de su carrera este enmascaramiento o estafa seudo marketera.
En mi concepto la causa principal del gran desastre del 13 está en que la mayoría del Perú la forma una raza abyecta y degradada que usted quiso dignificar y ennoblecer. El indio no tiene sentimiento de la patria; es enemigo nato del blanco y del hombre de la costa y, señor por señor, tanto le da el ser chileno como turco. Así me explico que batallones enteros hubieran arrojado sus armas en San Juan sin quemar una cápsula. Educar al indio, inspirarle patriotismo, será obra no de las instituciones sino de los tiempos. Por otra parte, los antecedentes históricos nos dicen con sobrada elocuencia que es orgánicamente cobarde
RICARDO PALMA
Cartas a Piérola: Sobre la Ocupación Chilena de Lima
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