Por Guillermo Z del Águila
Extraído de Rock de Lux # 200 (2002)
En la historia, ellos son las notas a pie de página, sombras de gigantes, aunque valientes, poderosos y hasta geniales. Los hermosos vencidos, en busca de un estilo de raíces inconcretas y futuro aún más inconcreto, quedan en la leyenda como practicantes de una magia única que no crea escuela. ¿Las razones? Remiten tanto a la intrínseca rareza de los planteamientos de algunos como a los caprichos de una industria que importa más de lo que nos gustaría; más de lo que, sin duda, debería. Auténticos emblemas de lo diferente, los grupos que presentamos buscaron -en el caso de algunos, todavía buscan: no todos se han rendido- en el misterio para dar con una vibración insólita en música que requiere más de una escucha y de dos, y que adquiere más de dos lecturas y de tres. Su música refleja, sí, lo humano en su sentido más complejo; o mejor dicho, en su sentido más extremo, más intenso, tanto que a menudo resulta algo complicado acercarse a ella. No obstante, la recompensa vale la pena. Son notas a pie de página de la historia. Pero también los titulares en la vida de algunos. Los hay en todas partes, sobre todo en el corazón del imperio anglosajón, a ambos lados del Atlántico. Y todos tienen al menos un gran disco a recuperar.
A.R. KANE
Demasiado avanzados
Aunque encontraron la receta del éxito (se forraron como M/A/R/R/S inventando el baile con samples en "Pump Up The Volume"), prefirieron seguir explorando la profundidad del sonido Cocteau Twins sumergido en dub. Las cavidades subterráneas de su noise resultaban muy inhóspitas para los tiernos oídos de la época.
"69" (Rough Trade, 1988)
BAND OF SUSANS
La felicidad está en el área pequeña
Tres guitarras eléctricas sonando como doce. O mejor dicho, como Dios. Porque las tres Susans (Lyall, Tallman y Stenger) y amigos perseguían una sobresaturación elevadora que, alejada siempre de la ponzoña, suponía una invocación de lo amoroso y de lo erótico. Nunca quisieron caer bien a demasiada gente y, ergo, nunca prosperaron demasiado.
"Love Agenda" (Blast First, 1989)
LOOP
Mucha clase pero poco carácter
Siempre que Spacemen 3 y My Bloody Valentine aparecen en la misma frase, falta en ella Loop. El mismo poder sónico tenía su cruda psicodelia rock (con tanto de The Stooges como del krautrock), que pasó tan desapercibida como sus interesantes secuelas: Main y Hair And Skin Trading Company.
"Heaven's End" (Head, 1987)
THE GOD MACHINE
Gravemente lesionados
Norteamericanos que cuajaron en Londres, prometían una salida intensa e inteligente al rock de guitarras más allá del grunge. Su bajista Jimmy Fernández murió y Robert Proper-Sheppard se refugió en Sophia, extendiendo su maldición a las excelentes bandas que apadrinaba (Elevate, Rosa Mota, Swervedriver...).
"Scenes From The Second Storey" (Fiction, 1993)
FLYING SAUCER ATTACK
Autoexpulsado
Difuminando nebulosas de feedback sobre lánguidos lamentos en bucólica clave de psicodelia folk, Dave Pearce alcanzó una hermosa cima. Perdida su otra mitad, se recompuso buscando otras rutas en psicodelia progresiva más abstracta. Atormentado, acabó comprando una acústica para perseguir el fantasma de Nick Drake.
"Further" (Domino, 1995)
EAST RIVER PIPE
Solo en punta
David S. Mordoh lo apuntó en Factory 14: como estadounidense, F. M. Cornog siempre fue un segundón en Sarah Records. Hay otros motivos para su todavía persistente oscuridad: el cripticismo de sus letras, su reticencia a mostrarse en público y la manía de registrar sus canciones de pop líquido en su miniestudio casero. Suyo que es uno. Y genio también.
"Even The Sun Was Afraid" (Sarah, 1995 mini-LP)
MOONSHAKE
Demasiada mala suerte
Alumnos de Can, P.I.L. y el free jazz, hacían diana en la definición de post-rock alejándose del tedio pretencioso a base de imaginativas hibridaciones. Tras sobrevivir a una primera fractura (Laika), Dave Callahan vería cómo sus posteriores colaboradores seguían teniendo más éxito con otras bandas.
"Eva Luna" (Too Pure, 1992)
RETSIN
Sin botas ni estilista
Tara Jane O'Neil y Cynthia Nelson no se caracterizan por su accesibilidad: neo-fok comatoso para sonorizar una improbable secuela de "Malas tierras". La muerte "por éxito" de Simple Machines -su primer regazo discográfico; búsquenlas más tarde en Carrot Top- terminó de deprimirlas y aislarlas en su ideal de melancolía otoñal y algo tenebrista.
"Cabin In The Woods" (Carrot Top, 2001)
SEEFEEL
Fuera de juego
Con la pista de A.R. Kane, Mark Clifford diseñó un futuro ensoñadoramente rítmico para los baños de ruido de My Bloody Valentine. Tras tamaño invento, su madurez tornó hacia la electrónica abstracta y el braindance, donde lucían ya Autechre y Aphex Twin. Acabaron diluidos en proyectos individuales cada vez más oscuros.
"Quique" (Too Pure, 1993)
Extraído de Rock de Lux # 200 (2002)
En la historia, ellos son las notas a pie de página, sombras de gigantes, aunque valientes, poderosos y hasta geniales. Los hermosos vencidos, en busca de un estilo de raíces inconcretas y futuro aún más inconcreto, quedan en la leyenda como practicantes de una magia única que no crea escuela. ¿Las razones? Remiten tanto a la intrínseca rareza de los planteamientos de algunos como a los caprichos de una industria que importa más de lo que nos gustaría; más de lo que, sin duda, debería. Auténticos emblemas de lo diferente, los grupos que presentamos buscaron -en el caso de algunos, todavía buscan: no todos se han rendido- en el misterio para dar con una vibración insólita en música que requiere más de una escucha y de dos, y que adquiere más de dos lecturas y de tres. Su música refleja, sí, lo humano en su sentido más complejo; o mejor dicho, en su sentido más extremo, más intenso, tanto que a menudo resulta algo complicado acercarse a ella. No obstante, la recompensa vale la pena. Son notas a pie de página de la historia. Pero también los titulares en la vida de algunos. Los hay en todas partes, sobre todo en el corazón del imperio anglosajón, a ambos lados del Atlántico. Y todos tienen al menos un gran disco a recuperar.
A.R. KANE
Demasiado avanzados
Aunque encontraron la receta del éxito (se forraron como M/A/R/R/S inventando el baile con samples en "Pump Up The Volume"), prefirieron seguir explorando la profundidad del sonido Cocteau Twins sumergido en dub. Las cavidades subterráneas de su noise resultaban muy inhóspitas para los tiernos oídos de la época.
"69" (Rough Trade, 1988)
BAND OF SUSANS
La felicidad está en el área pequeña
Tres guitarras eléctricas sonando como doce. O mejor dicho, como Dios. Porque las tres Susans (Lyall, Tallman y Stenger) y amigos perseguían una sobresaturación elevadora que, alejada siempre de la ponzoña, suponía una invocación de lo amoroso y de lo erótico. Nunca quisieron caer bien a demasiada gente y, ergo, nunca prosperaron demasiado.
"Love Agenda" (Blast First, 1989)
LOOP
Mucha clase pero poco carácter
Siempre que Spacemen 3 y My Bloody Valentine aparecen en la misma frase, falta en ella Loop. El mismo poder sónico tenía su cruda psicodelia rock (con tanto de The Stooges como del krautrock), que pasó tan desapercibida como sus interesantes secuelas: Main y Hair And Skin Trading Company.
"Heaven's End" (Head, 1987)
THE GOD MACHINE
Gravemente lesionados
Norteamericanos que cuajaron en Londres, prometían una salida intensa e inteligente al rock de guitarras más allá del grunge. Su bajista Jimmy Fernández murió y Robert Proper-Sheppard se refugió en Sophia, extendiendo su maldición a las excelentes bandas que apadrinaba (Elevate, Rosa Mota, Swervedriver...).
"Scenes From The Second Storey" (Fiction, 1993)
FLYING SAUCER ATTACK
Autoexpulsado
Difuminando nebulosas de feedback sobre lánguidos lamentos en bucólica clave de psicodelia folk, Dave Pearce alcanzó una hermosa cima. Perdida su otra mitad, se recompuso buscando otras rutas en psicodelia progresiva más abstracta. Atormentado, acabó comprando una acústica para perseguir el fantasma de Nick Drake.
"Further" (Domino, 1995)
EAST RIVER PIPE
Solo en punta
David S. Mordoh lo apuntó en Factory 14: como estadounidense, F. M. Cornog siempre fue un segundón en Sarah Records. Hay otros motivos para su todavía persistente oscuridad: el cripticismo de sus letras, su reticencia a mostrarse en público y la manía de registrar sus canciones de pop líquido en su miniestudio casero. Suyo que es uno. Y genio también.
"Even The Sun Was Afraid" (Sarah, 1995 mini-LP)
MOONSHAKE
Demasiada mala suerte
Alumnos de Can, P.I.L. y el free jazz, hacían diana en la definición de post-rock alejándose del tedio pretencioso a base de imaginativas hibridaciones. Tras sobrevivir a una primera fractura (Laika), Dave Callahan vería cómo sus posteriores colaboradores seguían teniendo más éxito con otras bandas.
"Eva Luna" (Too Pure, 1992)
RETSIN
Sin botas ni estilista
Tara Jane O'Neil y Cynthia Nelson no se caracterizan por su accesibilidad: neo-fok comatoso para sonorizar una improbable secuela de "Malas tierras". La muerte "por éxito" de Simple Machines -su primer regazo discográfico; búsquenlas más tarde en Carrot Top- terminó de deprimirlas y aislarlas en su ideal de melancolía otoñal y algo tenebrista.
"Cabin In The Woods" (Carrot Top, 2001)
SEEFEEL
Fuera de juego
Con la pista de A.R. Kane, Mark Clifford diseñó un futuro ensoñadoramente rítmico para los baños de ruido de My Bloody Valentine. Tras tamaño invento, su madurez tornó hacia la electrónica abstracta y el braindance, donde lucían ya Autechre y Aphex Twin. Acabaron diluidos en proyectos individuales cada vez más oscuros.
"Quique" (Too Pure, 1993)
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