...Leer POST PUNK. ROMPER TODO Y EMPEZAR DE NUEVO es como revivir mi temprana vida pop, pero ahora a la distancia, como Spider en el film de Cronenberg, un adulto en la esquina de la pantalla viéndose a sí mismo como niño. Con Simon ocupando el rol de Virgilio a través del Paraíso perdido, puedo hoy reconocer que para mí el pop fue post-punk: Kings of the Wild Frontier fue el primer LP que compré y ABC fue el primer grupo que vi en vivo. Pero Post punk me hizo ser consciente de algo que yo, mientras crecía absurdamente dentro del postpunk, no podría haber apreciado en aquella época: que la riqueza del pop de entonces -no solo sonora, sino también en términos de conceptos, vestuario, imágenes- duró solo un breve período de tiempo que fue posible gracias a contingencias históricas específicas.
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Una de las cosas más notables del postpunk, en realidad, es la casi total borradura de los Estados Unidos y de lo norteamericano... De los pocos grupos norteamericanos relevantes del período, quizá solo Devo y los Meat Puppets se inspiraron en el paisaje norteamericano (en el caso de los Devo, por supuesto, los Estados Unidos fueron procesados como un montón de basura cuidadosamente artificial de desechos postindustriales). La no wave surgió del cosmopolitismo desraizado y el nihilismo transnacional de Nueva York; mientras que, de diferentes modos, los grupos norteamericanos más interesantes (Tuxedomoon y The Residents) eran eurófilos. En el postpunk, Norteamérica apareció cada vez más como una serie de huellas etnográficas, en el parloteo fantasmal, eufórico, histérico y autoritario de los medios y la Amerikkkan TV a través de Voice of America de Cabaret Voltaire, o My Life in the Bush of Ghosts, de Byrne y Eno.
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Cuando entré en la universidad en 1986, Orange Juice y The Smiths habían alcanzado el control hegemónico de la "imaginación" de los estudiantes de grado. Eran pop perfecto para hombres jóvenes que estaban destinados a seguir carreras de marketing, pero a los que les gustaba considerarse "sensibles". Orange Juice también jugó un rol central en la rehabilitación de la canción romántica. Si el romance aparecía de algún modo en el postpunk, era para ser ridiculizado o desmitificado (como en "Love und Romance" de The Slits o "Love Like Anthrax" de Gang of Four), o para ser interrogado política y teóricamente al estilo Scritti o Devoto. La renovada preocupación por el amor fue una reocupación de "lo ordinario", una nueva declaración de la revivificada confianza humanista en la continuidad deshistorizadora "de las cosas que se mantienen iguales".
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En el tiempo del postpunk, el pop todavía podía ser un laboratorio contracultural (siempre atacado por, pero nunca subordinado a, los dictámenes del Kapital). Realmente no está claro si el pop podrá volver a ser eso. Alguien preguntó en un panel del que participé el miércoles si excavar en el postpunk era un ejercicio de nostalgia. Pero esto implica perder completamente el punto de la crítica de Jameson al modo nostálgico. Para Jameson, el modo notálgico es ejemplificado a través de artefactos culturales que niegan, o más radicalmente, ignoran su propia y total deuda con el pasado. En otras palabras, ser contemporáneo no es garantía de ser moderno, especialmente en una cultura posmoderna cuya temporalidad es obsesivamente conmemorativa y basada en citas. Uno de los tics más estúpidos de la difusión cultural hoy es la necesidad de justificar el pasado en términos del presente: como si Gang of Four fuera importante solamente porque "influyó" en clones irrelevantes que están aquí hoy pero que mañana serán de segunda mano, como Bloc Party y Franz Ferdinand. Como si el simple hecho de estar aquí, ahora, significara que algo nuevo e importante está ocurriendo...
El pop podía funcionar de un modo diferente en el postpunk porque, en ese momento, era el espacio que más fácilmente se inclinaba a la producción de una colectividad contraria al consenso. El postpunk fue el despertar de la "alucinación consensuada" del Kapital, un medio para canalizar, externalizar y propagar la desazón y la discrepancia. Provocó una grieta en el modo en que la sociedad se representaba a sí misma; o más bien, expuso esa grieta. Lo que la sociedad nos hacía creer que era disfunción, queja, falla, repentinamente se transformó en el sonido del "afuera de todo". Los álbumes, las entrevistas, la prensa musical eran los medios a través de los cuales se pudo establecer un contacto entre afectos, conceptos y compromisos que anteriormente estaban confinados al ámbito privado. Algunos en el panel del miércoles no estaban seguros de haber hecho algo realmente, de que sus sueños de hacer algo más qu simplemente entretener fueran algo más que una ingenuidad juvenil, comprensible entonces, pero una vergüenza hoy. Los logros del postpunk pueden ser apreciados, por la negativa, en lo que le falta a la cultura hoy. Vayan a un lugar lleno de adolescentes y miren las cicatrices que se provocan a sí mismos en los brazos, los antidepresivos que los sedan, la calma desesperación en sus ojos. Literalmente no saben qué es lo que les falta. Lo que no tienen es lo que producía el postpunk... Una salida... y una razón para escaparse...
MARK FISHER
K-PUNK - VOLUMEN 2
2020
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