Admirando la infatigable resistencia que está demostrando la clase trabajadora en Bielorrusia, os pedimos difusión y solidaridad con la lucha obrera de ese país. Durante casi tres décadas, Bielorrusia parece haber sido un enclave de política y cambio social. Pero, realmente ha sido un país donde las prestaciones sociales más básicas fueron gestionadas por un dictador, que las utilizó para centralizar aún más su poder. Los derechos de autoorganización y la libertad de expresión han sido brutalmente reprimidos y erradicados.
Bielorrusia es un país con asesinatos políticos y de control de los sindicatos por parte de los aparatos del estado. Los dirigentes, encabezados por Alyaksandr Lukashenka, han ido amasando una fortuna y disfrutado cómodamente de los privilegios que se han concedido a sí mismos.
Así fue hasta agosto de este año, los falsos resultados de las elecciones se encontraron con protestas de todo el país que se saldaron con cientos de detenciones. En respuesta a la violencia estatal, las trabajadoras y trabajadores de más de 150 lugares de trabajo (incluyendo centrales eléctricas, fábricas de automóviles y tractores, empresas de la industria pesada y de precisión, hospitales, medios de comunicación, teatros, museos, etc.) convocaron una huelga indefinida.
Exigen la liberación de los manifestantes detenidos y reclaman que se escuchen las reivindicaciones del pueblo. Hoy en día, miles de mujeres y hombres están detenidos en las cárceles de Bielorrusia. Las personas detenidas ha sido torturas y agredidas, y se han denunciado casos de violencia sexual cometidos por los agentes de policía en ambos sexos.
Las fuerzas del estado organizaron redadas, deteniendo a personas al azar. Hasta el momento se ha confirmado la muerte de al menos cinco manifestantes, aunque los movimientos sociales calculan que el número de muertos sea mayor. Al mismo tiempo, el estado ha impuesto una censura absoluta sobre culaquier información relacionada con los movimientos populares contra la violencia de estado y la dictadura vigente. Se han bloqueado períodicos, silenciado programas de televisión y radio, manipulado los telediarios de la televisión estatal y cortado el acceso a Internet.
La gente se está enfrentando a esta máquina de violencia y los intermediarios políticos se han limitado a ejercer el mínimo esfuerzo posible. Solamente se ha creado un Consejo de Coordinación, compuesto por representantes de trabajadores, funcionarios e intelectuales, para expresar la voluntad del pueblo de poner fin a la dictadura.
Si alguien sigue dudando de que en Bielorrusia se esté dando una confrontación entre el capitalismo y el socialismo, la escala de la represión desplegada contra la sociedad demuestra, en última instancia, las relaciones de poder existentes. Se trata de un conflicto entre las demandas del pueblo por la autogestión, la igualdad y el derecho de las trabajadoras y trabajadores por la autodeterminación contra una dictadura paternalista y opresora que ejecuta un autoritarismo incontrolado.
La CIT solicita todo el apoyo posible para el pueblo biolorruso. Este apoyo puede consistir en campañas de difusión dirigidas a la comunidad obrera internacional, contactar con los movimientos sociales de Bielorrusia, facilitar la accesibilidad a estructuras organizativas y tecnológicas (como por ejemplo, servidores para eludir el bloqueo de la información), apoyo en actividades de autoorganización, etc.
Así mismo, hacemos un llamamiento a la solidaridad permanente. Si se puede derrocar el régimen, debemos apoyar el compromiso de cambio hacia una sociedad más equitativa y autónoma. Es indispensable mantener la unión contra la agenda neoliberal y nacionalista y contra la dictadura pseudo-fascista en el caso de que permanezca en el poder.
El camino que las trabajadoras y trabajadores bielorrusos han emprendido se ha convertido en una necesidad vital. Nuestro compromiso de apoyo y solidaridad es total. Las nuevas relaciones sociales que surjan en Bielorrusia tras la caída de la dictadura son una oportunidad clave para lograr todas las reivindicaciones de libertad, igualdad y solidaridad.
Links a las organizaciones obreras en Bielorrusia:
http://zbstby.org/agitation.html
“¡Cambios! ¡Es lo que pide nuestro corazón, es lo que piden nuestros ojos!”, cantaba hace más de 30 años Viktor Tsoi, el icónico líder de Kino, en uno de sus más famosos temas, Peremeni (Cambios). Ahora esta canción suena en las calles de no sólo Minsk y Grodno, sino también de Babruisk, Brest, Gómel, Maguilov, Pinsk, Vitebsk y lo que – al menos para un espectador extranjero – parecen innumerables ciudades y pueblos bielorrusos sumidos en la protesta. Después de largos años bajo la dictadura de Alexandr Lukashenko, otras elecciones falsificadas, la omnipresente violencia del aparato estatal, la censura y las leyes draconianas, el pueblo de Bielorrusia ha tomado las calles. Esta no es la primera vez que la gente sale a protestar, pero la escala de estos disturbios no tiene precedentes. Tampoco tiene precedentes el hecho de que las manifestaciones estén encabezadas por mujeres – ellas han tomado la vanguardia de las marchas pacíficas en las calles de Bielorrusia. También están protestando trabajadoras, mineros, empleadas de los medios de comunicación y del metro de Minsk, profesores, así como artistas de la Filarmónica Estatal. Se oponen a las mentiras, exigen transparencia en los asuntos públicos y en el acceso al poder. Mientras se unen contra la represión y la tortura, se exponen a lo mismo.
Los y las artistas que aparecen en la compilación Peramen! también exigen cambios. Como no podemos unirnos físicamente a los manifestantes en las calles de Bielorrusia, queremos ofrecerles al menos esta forma de apoyo. Nuestros pensamientos están con nuestros amigos y amigas – y con toda la gente que ha sido detenida, golpeada y humillada. Nos unimos al dolor de las familias de todos los asesinados en las protestas.
Todos los ingresos recaudados de Peramen! A Compilation for Belarus irán destinados a #BY_help, una iniciativa de base que ayuda a las víctimas de la represión y que fue establecida durante la ola de detenciones que sacudió Bielorrusia en marzo de 2017. Los fondos se utilizarán para pagar las multas, las comisiones ilícitas asociadas a las detenciones, los gastos médicos y los honorarios de abogados.
La compilación ofrece una amplia selección de géneros: desde música de club, pasando por la música clásica y la clásica experimental, hasta el noise, el ambient o el rock. Incluye piezas compuestas e improvisadas, o inspiradas por la música folclórica. El alcance geográfico es igualmente amplio, abarcando Bielorrusia, Chequia, Polonia, Eslovaquia, Ucrania, EE.UU., Rusia, Malawi y Hungría.
La idea del recopilatorio surge de Elena Sizova, DJ y productora de Minsk. Peramen! A Compilation for Belarus fue preparada con el apoyo del colectivo de Radio Kapitał, Polonia.
Жыве Беларусь!¡Viva Bielorrusia!
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