... Sin embargo, la temporada de The Cure en el infierno estaba lejos de terminarse, y Pornography supera a Faith en enervación mórbida. El carácter amorfo de Faith es reemplazado por una nueva y áspera abrasión y una urgencia rítmica nerviosa, que fue la interpretación de The Cure del sonido tribal que estaba entonces de moda. Su patrón parece estar en los tracks de Closer menos cargados de sintetizadores y más mecánico-brutalistas ("Atrocity Exhibition", "Colony"); los espacios huecos y cavernosos de PiL; la anomia urbana que baila sobre las ruinas de Killing Joke. Al final, parece como "Flowers of Romance" cantada por un neurasténico más que por un histérico, Killing Joke alimentado por un mal viejo de ácidos y sedantes; 23 Skidoo de bajón, todo a la vez.
La primera canción, "One Hundred Years", es la obra maestra de The Cure. Comienza del mismo modo en que va a continuar, con Smith recitando "no importa si todos morimos", una invitación incluso más intimidatoria que la hecha por el presentador circense Curtis en "Atrocity Exhibition" ("Este es el camino, entren"). Como "Disorder" de Joy Division, "One Hundred Years" parece levantar la cabeza por sobre la autoabsorción mórbida para mirar al mundo -sus palabras son una cinta de teletipo de la Guerra Fría filtrada a través del sistema nervioso de un adolescente en el medio de una crisis-, pero en realidad solo toma en consideración aquellas cosas que confirman su hipótesis de que la desesperanza cósmica es la única actitud justificable. "Ambition in the back of a black car... Sharing the world with slaughtered pigs... The soldiers close in..." [La ambición en el asiento trasero de un coche negro... Compartir el mundo con cerdos masacrados... Los soldados se acercan...], Smith aparece como el Newton de Bowie en la película El hombre que cayó a la Tierra, fascinado y atontado por un panel de pantallas de televisión, todas con malas noticias. Lo que hace que esto sea más estimulante que miserable es la urgencia necrótica de la caja de ritmos death-disco y el riff de guitarra de Smith, que resplandece como el fulgor de la angustia en un cielo ligeramente contaminado.
La guitarra de Smith en Pornography a menudo suena oriental, un Oriente fantasmático en el que todos los sueños hippies de exótica liberación mental han sido rociados con napalm hasta ser olvidados. Es sabido que Pornography fue grabado bajo los efectos del LSD rebajados por el alcohol (la banda se quedaba merodeando en un pub a la espera de que los efectos del ácido pasaran antes de volver al estudio), pero es psicodélico en el mismo sentido en que Apocalypse Now lo es. (Hay fundamentos para sostener que Apocalypse Now -con su sobrecarga mediática de porno bélico, su delirio esquizofrénico, su sensación de que El Final está solo a unos minutos de distancia- fue el film postpunk; 23 Skidoo, a su vez, parece haberse formado completamente a partir de su visión.) El delirio de Pornography es un mal viaje de la película Alucinaciones del pasado, una fiebre indochina psíquica soñada en un habitación de Crawley, los alucinógenos que dan una forma expandida y distorsionada a las ansiedades evocadas por el corazón sub urbano de las tinieblas.
Las letras de Smith destruyen el sentido para privilegiar el impacto de la imagen. Él siempre ha sido un "proveedor de ambientes fílmicos" (Bracewell), y las canciones de Pornography transmiten los ánimos a través de imágenes impactantes ("voodoo smiles, siamese twins" [sonrisa vudú, mellizos siameses]) que nunca llegan a ser coherentes en un sentido claro. El álbum es el equivalente gótico de una caja de bombones: un ejercicio de pura indulgencia morbosa vaciada de todo vitoreo. Al final del track que da nombre al álbum, hay un aullido rechinante que suena como "Atrocity Exhibition" de Joy Division empalmada junto con los Himnos de Stockhausen: Smith busca la redención. "I must fight this sickness. Find a cure." [Debo pelear contra esta enfermedad. Encontrar una cura]. Pero la enfermedad, la enfermedad era lo más interesante que tenía The Cure.
MARK FISHER
K-Punk 2
2018
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