"Quizás la sabiduría, en esto como en todo, consista en tomar de una cosa y de otra, como los niños, según el ejemplo que pone Platón en otro contexto, los niños que puestos a elegir entre dos caramelos eligen los dos. De lo único que no podemos prescindir es de la permanente vigilancia respecto de lo que comemos, de lo que creemos y de la calidad de nuestras relaciones con los otros seres humanos y con las instancias superiores.
El gran problema de la causa ecológica, la causa de la Pachamama, es que por su naturaleza misma debe preservar sobre todo la libertad en la que reside la dignidad propia del ser humano. La causa ecológica no quiere sino compromisos libres; no basta la publicidad que encandila a los consumidores. El mundo moderno presenta productos en cantidad y apariencia impecables y publicita hasta lo que reconoce ´dañino para la salud´. La causa ecológica es una causa política global que no quiere -porque sería contradictorio- obligar a nada, ni siquiera a conducir subliminalmente, las opiniones de las mayorías.
Es la vieja causa del anarquismo la que regresa con el tema esencial de la ecología. Los anarquistas nunca triunfaremos en los niveles ordinarios de la vida política, pero nuestra presencia es indispensable para recordar que nuestra esencia es libertad, la libertad de sentir con nuestros propios corazones, de mirar con nuestros propios ojos y de pensar con nuestras propias inteligencias. Pero aceptamos incluso a quienes han decidido no pensar, o sea, a quienes han decidido entregar su humanidad a sus hijos 'como un sobre cerrado' (Rilke). Tenemos la libertad de no ser libres, pero también la de liberarnos."
ALBERTO BENAVIDES GANOZA
sacado de "El campo es santo" (Antares editores, Lima, 2004)
SUFRIR DE LOGOS: ¿Y si mejor nos vamos? no estaría nada mal cruzar océanos en busca de papeles más blancos donde anidar nuestras tintas.
Dejarnos de limosnear auspicios y de donar nuestras canas. Evitar el desgaste de la humedad con la que esta ciudad va diluyendo nuestros pulmones hasta que algún día nos deje sin voz ante tanta mentira y vergüenza.
¿Debemos huir, correr, ir, dejar, migrar, nuncaretroceder, ante tanto impedimento para ser? ¿Es que acaso no me puedo dar a entender en el sitio donde se habla mi idioma?, no podemos simplemente ser así de ilusos que aún pudiendo salir, preferimos exiliarnos en nuestro país y vivir como extranjeros en nuestras casas.
Es tan difícil ser peruano en el Perú, mas aún cuando uno ve que se van los amigos, llevándose consigo un pedazo de nuestras entrañas y un poco de tierra peruana del Perú en sus zapatos. Contrabandeando sin querer esperanzas de un país a otro, burriers incautos, que se llevan consigo lo mejor de nosotros para venderlo a mejores mercados.
Duele este cielo que se los lleva, estas ganas de una vida mejor, de una país que no mate todo impulso, de un sitio donde ser sea.
Pero nosotros, bueno, nosotros, nos quedamos no por falta de alas sino por exceso de huevos. Tenemos demasiadas cosas por empollar, demasiados hijos que no han nacido aún como para dejar de quedarse.
Y si un día nos vamos, porque ya no hay más cielo en donde volar, o más papel, o más Perú, o más auspicios, será para volver trayendo lo que nos faltaba cuando nos fuimos. Espías de una guerra tibia seremos, piratas, corsarios seremos, pero a la inversa ya no de aquí para allá sino, por fin de allá para acá.
JOSÉ ABURTO ZOLEZZI
No hay comentarios.:
Publicar un comentario