Pepe el vivo y las moscas del mercado en el MALI. ¿Todo debe ser siempre mafia y lumpen?
Recientemente recalé por el Museo de Arte Italiano y el MALI, ambos en el Centro de Lima, para airearme y relajar puesto que siempre estoy ensimismado en mis asuntos o en la nave Superspace. Por desgracia, y sobre todo al ir al Museo de Arte de Lima (MALI), pude comprobar cómo se va envileciendo absolutamente todo, hasta los recintos donde uno menos esperaría hallarse como en un mercado, sí los museos.
Empezaré por lo jocoso. Y era esta presencia de un ser, limeño de ascendencia oriental, quien paseaba altisonante como buscando contrincante para medir fuerzas en una ilusa lid de quién es quién o quién sabría más de arte entre los presentes. Así de risible. Sus familiares rezagados, un poco avergonzados. Y hablamos de un sujeto de unos 50. Razón tenía Terence en decir "la cultura no es tu amiga". Una gentuza dueña del poder de envilecer lo sublime: patético.
Ingresé a la sala de textiles pre-hispánicos, donde deambulé un corto tiempo puesto que, cuando atendía el video que explicaba la hechura de los quipus y sus matemáticas adyacentes, ingresó una guía del propio MALI rodeada de unos gringos a quienes explicaba detalles del museo a voz en cuello, casi como una pulpera del mercado. No podía continuar con el video de los quipus, y eso que estaba como a 50 metros, por lo que rogué a la trabajadora del museo -sin comentarios- que aminorara la voz, por favor. A regañadientes y con sorna lo hizo. O sea, ya sé que el gringo le va a dar un sooper tip por darle el recorrido privado pero no era la forma, estábamos en un museo no en la cachina o en una discoteca libando licor. Al final, también había pagado mi entrada y quería aprender o conocer algo del tutorial de los quipus pero tuve que partir estropeado.Entidades públicas de mierbient. Al menos los encargados del Museo de Arte Italiano eran neutros, contenidos en y por su ignorancia, en el MALI, en cambio, alguno que otro empleado te medía con fascismo ordinario. Viniendo en el metropolitano recordé que hay trabajadores de San Marcos que están, ilegal y escandalosamente, vendiendo por whatsapp archivos y textos de intelectuales como David Sobrevilla. Así como quien oferta artículos en marketplace o decide asumir un "emprendimiento". ¿Quiénes tienen las riendas de la cultura no solo en el plano directivo pero en las minucias? ¿Todo debe ser siempre mafia y lumpen? ¿Para esto estamos dando la vida hoy? ¿Para que vengan unos comejenes a relamerse y fagocitar sueños e invenciones? Demasiado tercer mundo.
Sino hubiera sido por las exposiciones de Yerkzo Zlatar, "Tecnología Ancestral", y Ana Teresa Barboza, "Mirar el horizonte para mantener el equilibrio", ir de visita al Museo de Arte de Lima hubiera sido la institucionalización de la prostitución de la cultura.
Wilder Gonzales Agreda
No hay comentarios.:
Publicar un comentario