¿Que es la #narcocultura? Una cultura creada por el lumpen que imita la cultura de la burguesía dominante.
El lumpen, por su posición económica, vive en una esfera social diferente a la de la burguesía. ¿De verdad a alguien se le ocurre comparar el hostil submundo que habita el lumprenproletariado con las comodidades de la vida burguesa? Es cierto, algunos pueden llegar a mantener un nivel de vida aceptable o, incluso, a enriquecerse, bien sea por convertirse en productos de la industria cultural capitalista –como cantantes de reggaeton o corridos alterados.–, bien por sus fechorías –véase los famosos gánsteres o los proxenetas que acaban convirtiéndose en grandes y «respetables empresarios»–. Pero generalmente el lumpen de los bajos fondos no puede reproducir la forma de vida frívola en extremo de la burguesía, dictada por el ritmo delirante de la compra de artículos de lujo derivada de la vida rentista-parasitaria. Cuando se trata de «trabajar» –unas veces a su servicio, otras, por su propia cuenta–, escoge el robo, la calumnia, el chantaje, la intimidación, el soborno, las drogas, la explotación sexual, el tráfico de influencias, el tráfico de armas y otras tantas formas de actuar, legales o ilegales, abiertas o solapadas propias de la burguesía y de su mundo político-económico. Usa esta lógica –la burguesa– para justificar su forma de pensar y actuar, considerando que debe proceder emulando esas formas no solo como medio para subsistir, sino concluyendo que esto es lo lógico y normal dentro de una sociedad, que se trata de algo inmanente en la cultura colectiva cuando, en realidad, estos defectos son inherentes a una clase y a un sistema social que se sustenta en un modelo de explotación determinado. El lumpen y su cultura recogen, por tanto, lo peor de la cultura burguesa.
Colectivo Acero
La vida de Gerald Oropeza: de ser vinculado con el narcotráfico a influencer en TikTok
síiiii yo los escuché en los 90 de adolescente teen, cuando todos estaban en cojudeces y peor..... y hoy la pintan de grandes pendeivis... jajajajajajjaa!!!!!!!!!!
azucena kántrix peru abankay por siempre la rcsm!!!!!
y lo mejor q sí hice música así para corroborarlo pq lo valoré entendí admiré y améeeeeee seeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!!!
Oswaldo, Revólver, el Chajua y otros que no conozco discutían de política entre cerveza y cerveza, y nos sentamos, el ambiente de Palermo no me gusta: puro intelectual que hablan en difícil y de cosas aprendidas en los libros, con eso no atraco, Profe, el asunto es hablar de lo que uno vive, y le dijimos a Oswaldo para ir a otra parte: ya nos vamos, me tienen que llamar por teléfono; y trago que viene y trago que va, y la noche se quema por gusto, y sábado, Profe, y yo que me dormía aburrido, ¡ya está!: aburrido viene de volverse burro, uno en esas situaciones, asno, Profe, pero de pronto la cosa se pone candela y Oswaldo no sé por qué dice: en la universidad casi todos los profesores día a día se cagan en sus principios y sólo buscan acomodo de puesto y bonificación; y un flaco patilludo: es la crisis total, pero esta Junta Militar ha venido a poner orden; y Oswaldo: ¿para quién?; y el patilludo: para todos; y un chino lentejudo: si es para todos no es para nadie, te olvidas de las clases sociales, y Oswaldo; todo está jodido moralmente menos el pueblo; y un cara de abogado: ¡estas! ¿no estás viendo que los pobladores de una barriada le han puesto el nombre y apellido de un general a su pueblo joven?; y Oswaldo fuma que fuma...
OSWALDO REYNOSO
El escarabajo y el hombre
1970
La cultura era el no mercado por excelencia. Era un privilegio de las élites que les permitía ejercer una actividad más limpia que la de los negocios. En el siglo XIX había dos lados: el claro, el de la alta cultura, y el oscuro, que era el capitalismo salvaje. Luego el capitalismo, sobre todo el neoliberalismo de los ochenta, logró dominar todo. Y lo hizo sutilmente, poniendo sobre la mesa un tipo de mercado distinto que apareció a través de competencias entre artistas, premios y eventos. Todos estos sucesos fingieron mejorar la cultura aparentando estar por fuera de la ley de mercado.
Sin embargo, obviamente hay una dimensión no mercantilizada de la cultura que sobrevivió; una cultura resistente, en los márgenes, que es la que yo trabajo. Pero en el entretanto, la distinción entre alta cultura y cultura popular empezó a difundirse por medio de la llamada cultura de masas, que fue la entrada plena del capitalismo. Al principio ni siquiera parecía un tema central de la ganancia capitalista. Pero eso cambió: hoy las “industrias culturales”, que hace treinta años eran un oxímoron, están plenamente presentes en nuestra realidad.
¿Cómo?
Hubo varios mecanismos de entrada. Entraron, primero, por las ciudades, en donde se buscaba la innovación cultural para que las metrópolis se volvieran más atractivas, para hacerlas una especie de marca. Y ante esa necesidad, la industria cultural se masificó. Ya no hay un festival por ciudad, sino muchos en todas partes, con el mismo modelo, en un mercado de oferta y demanda estándar, homogeneizante.
Por otro lado, tienes la educación. Hoy hay cursos bien pagados en universidades de todo el mundo, generalmente de maestría o doctorado, para graduarte en gestión cultural. Ese es el instalamiento pleno del capitalismo en la cultura. Y a mi juicio, esa entrada del capitalismo ha generado dos tipos de artistas. Por un lado, los que venden sus productos, junto con su alma, y producen exclusivamente lo que se compra. Y, por el otro, los que venden sus productos, pero no su alma. Los que venden su alma son mercado. No considero lo que hacen arte.
BOAVENTURA DE SOUSA SANTOS
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