Publicado originalmente en el e-zine chileno Especial 35
¿Qué habrá pasado con Stereolab? ¿Se olvidaron que ellos eran una banda “not adult orientated”? ¿Se olvidaron de la transgresión de la que ellos eran dignos exponentes en los 90? Tales preguntan me asaltan al escuchar el último trabajo del grupo franco-inglés próximo a editarse por el sello 4AD, “Chemical Chords”.
Si has oído los últimos álbumes del grupo –post año 2000- pues “Chemical Chords” te sabrá a más de lo mismo. No sería algo increíble si se afirmara que todos provienen de la misma sesión de grabación inclusive. Lucen todos tan estandarizados, tan convencionales. Los Stereolab se han vuelto anodinos, complacientes y autoindulgentes. Terrible constatación.
Quizás el tema con el nuevo sonido de Stereolab sea que su música, sus discos, ahora sólo parecen tener por finalidad “entretener”. Eso para el tándem conformado por Laetitia Sadier y Tim Gane – responsables de joyas vanguardistas como “Transient Random Noise Burts With Anouncements” o “Peng!”- es un insulto, si atendemos a su legado más valioso. Ellos deberían saberlo. Laetitia, una neo-marxista confesa, conoce de las teorías de Adorno o los pensamientos de gente como Gilles Deleuze sobre la Industria Cultural, la Industria del Entretenimiento, para la que el Arte -¿así con mayúscula?- es sólo un medio para generar réditos, para quedarse con la tajada más grande de las ventas, para conservar su refinado way of life.
Nos queda solamente esperar a que el grupo caiga en cuenta de lo caduco de su actual fórmula ¿avant?-pop. Les sobra talento para elaborar obras más reales, más emocionantes. ¡Hey Laetitia y Tim sólo recuerden!: if there was a way to build it there must be a way to destroy it, things are not that out of control!!!.
Wilder Gonzales Agreda.
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