Luis Alvarado (1980) es uno de los difusores y promotores de la música alterna experimental más connotados del país. Hizo sus pininos allá por el 2004 editando en CDR samplers y discos en los que reunía eclécticamente bandas consagradas al indie, Callahan o Godinez, con díscolos del sonido como Tica o Retrasados de Hojalata. Muchas lunas han pasado desde ese inicio y Buh Records, su nave nodriza, ha producido colecciones, documentales y el propio Luis era el culpable, en tiempos pre-pandemia, del Festival Integraciones, cortesía de la Fundación Telefónica. Charlamos un poco con él sobre su visión de la música, sus referentes y otras disquisiciones.
¿Qué recuerdos de los inicios con Buh Records allá por el 2004 cuando armabas tus discos en CDR y compilados indie rock?
Pues, los dos primeros títulos de Buh Records tenían alguna conexión con el indie rock pero no eran exclusivamente de indie rock, de hecho el primero Vamos a ser felices, era algo bien híbrido entre cosas de formato canción y cosas totalmente ruidistas y experimentales, es un disco que me gusta escuchar, creo que define bien todo el espíritu de lo que ha sido Buh Records en adelante. Espero seguir publicando más bandas de rock.
¿Volverá el fanzine Autobús? Mucha substancia tenía y hartos colaboradores. Hoy con tanta ausencia de periodismo musical sería exquisito.
Volverá seguro, el periodismo musical siempre está en mi línea de interés principal, de hecho nunca dejé de escribir, en mis reediciones siempre escribo las notas, aprovecho para hacer una investigación y me doy el espacio para publicarlas. Pero claro, una revista es otra cosa y es algo que quisiera retomar pronto.
De alguna forma el nuevo proyecto que voy a lanzar Centro del sonido, un archivo digital de arte sonoro y música experimental peruana, tiene que ver con eso, es una nueva plataforma de difusión también.
¿Cuáles son los discos peruanos que destacarías en estos 21 años que van del siglo?
Más que de discos pienso en artistas como Ale Hop, Pauchi Sasaki, Cao, ahora último M. Caye Castagnetto, todo lo que hacía Jardín, Tomás Tello, Montibus Communitas (qué grandes que eran!!) y de los más jóvenes Sergio Díaz de Rojas, Paundra y mucho más, sin duda, pero creo que todos los mencionados tienen un concepto y una idea muy clara de hacer de la grabación algo realmente muy especial, más allá de tener menos o más recursos creo que hay buenas ideas de explorar las posibilidades al grabar.
¿Cuál ha sido el proyecto que más te ha costado trabajo concretar y el que más satisfacción te ha dado?
Todos los discos que publico me dan trabajo, quizá lo más complejo últimamente han sido estas nuevas reediciones de Walter Smetak, un artista suizo que vivió en Brasil y fue producido por Caetano Veloso, ha sido un proyecto muy demandante pero ha sido muy especial por el artista que es Smetak por lo que representa su legado. Después, sin duda lo de Salón Dadá tomó mucho tiempo pero he quedado muy contento, creo que es uno de los trabajos de los que me siento más orgulloso haber sacado adelante.
¿Quién o quiénes crees que ejemplifican por su trabajo e influencia al músico o música experimental peruano/a?
Creo que hay distintos tipos de perfiles de músico peruano, no creo que haya un solo estilo. Si nos referimos a la escena experimental a mí me gusta como trabaja en general Ale Hop, creo que arriesga bastante, es temeraria y eso es especial, su música explora límites. Jardín también, quizá Jardín sea el artista para mí que más admiro dentro de ese universo de música experimental peruana, alguien totalmente consecuente, que sabe y entiende que la música es una disciplina, que implica aprender a dominar los recursos que utilizas, pero que también es algo del espíritu, que sabe tocar con lo que tiene a la mano, que puede alcanzar la absoluta genialidad y no importarle y seguir con su vida. Ya solo por su humildad es ejemplar y creo que ha influido directamente en muchos artistas peruanos, personalmente yo tengo a Jardín como una de mis principales motivaciones para sumergirme en este mundo.
Contrario a lo que sucedía en otras latitudes donde la presencia de Delia Derbyshire, Pauline Oliveros, Daphne Oram y más coloreaban la música de avanzada en Perú y Latinoamérica el papel de la mujer creadora en esos años parece vacío. ¿Qué artistas destacarías o a qué crees que se deba ya que en otras expresiones las artistas trabajaron ampliamente?
Bueno igual los casos que mencionas son una artista mujer trabajando en un contexto lleno de hombres. Creo que hay muchas artistas en Latinoamérica, lastimosamente poca información disponible, pero cada vez hay más reediciones. Puedo mencionar a Oksana Linde de Venezuela (de ella vengo trabajando un disco), Graciela Castillo de Argentina, Graciela Paradakivaides de Uruguay, Jocy de Olivera de Brasil, Jacqueline Nova de Colombia. En Perú tuvimos un caso singular de Pozzi Escot, que finalmente se nacionalizó norteamericana, pero su obra igual tiene una conexión con Perú importante. Pero después no sé, para mí Yma Sumac es muy de vanguardia, más allá que Vivanco le haga la música y la producción de Les Baxter, lo que Yma Sumac hacía con la voz es de otro planeta y creo que aun hay mucho que decir sobre ella.
Siempre me comentas que en los 90 hubo otras escenas además de Crisálida Sónica que apostaron por un sonido diferente o iconoclasta. ¿Puedes contar al público del blog sobre ellos y las diferencias y congruencias que destacas entre esas movidas y Crisálida?
Siempre hubo música diferente e iconoclasta en Lima, en los 90s creo que hubo una serie de manifestaciones derivadas del rock hacia formas más abstractas, si se quiere o más libres. Tu ves eso en Crisalida Sónica, que parten de la psicodelia y el shoegaze hacia cosas más abstractas de drone y electrónica experimental, ocurre un camino similar con la gente asociada a los compilatorios Estudios Embriológicos de Deformaciones o Infamia, muchos de ellos venían también del metal o el grindcore y derivan en música industrial, ambient o gabber, hubo conciertos compartidos, así que yo lo veo todo como un mismo clima y búsquedas afines, seguro había diferencias, pero creo que expresan cada uno las tendencias que se hacen visibles en el underground internacional en los 90s.
Hablando del reciente compilado peruano en Unexplained Sounds me decías que el contexto lo es todo y que si no tomamos en cuenta los contextos todo puede ser todo. ¿Qué músicos para ti merecen el mote de experimental tras tantos años después de las evoluciones de Mr. John Cage?
Me refería a que el término música experimental se ha vuelto una categoría muy amplia, en la que cabe todo lo que uno relaciona a un sonido no convencional o extraño, sin embargo hay cosas que a veces ya son un estilo o un género. Es una conversación complicada siempre, pero en todo caso, aún creo que lo experimental es una categoría de la que aun podemos esperar situaciones límite, de crisis de un género, que nos haga ver cosas a las que no estábamos prestando atención. Experimental me parece lo que hace gente como Paola Torres, lo que hace Christian Galarreta con sus composiciones con piano recientemente, o lo que hace Jaime Oliver con sus instrumentos y sus piezas. Quizá me animo a creer que lo experimental uno lo encuentra más en proyectos que son investigaciones en la naturaleza del sonido, que es algo más que sólo música, sino más bien ideas de cómo hacer las cosas. En ese sentido lo experimental es también un activismo contra hegemónico ya no sólo por oponerse a un tipo de sonido o música, sino por oponerse a un tipo de forma de entender una cadena de la música, y esta viene desde los instrumentos que se usan, que se compran, la forma que se tocan, los lugares que se tocan, etc. No es que no podamos seguir trabajando con la cadena habitual de la música, pero hay que tener una conciencia de que esa cadena, incluso la misma que vemos en el mundo de las músicas no convencionales, se rige por ciertos patrones, muchas veces excluyentes.
¿Difusión o Gentrificación?
Tiene que ver con lo que te digo, la cadena de la música esta edificada con valores muy excluyentes, y contra eso es que tenemos que hacer el alto.
Planes futuros.
Creo que vivo en el futuro actualmente, y vengo desarrollando muchos de los planes que tenía en mente hace tiempo, como el lanzamiento de Centro del sonido, un archivo digital de arte sonoro y música experimental peruana. He iniciado una colección nueva en Buh Records dedicada a la música amazónica que es algo que me abre a todo un mundo y me siento muy contento con todo eso. También vienen muchas ediciones vinculadas al rock subterráneo, digamos los artistas más marginales del rock subterráneo. Y así hay una lista enorme de cosas que están por salir. Estoy recopilando muchos de mis artículos y ensayos, pues quiero publicar un libro sobre músicas no convencionales en el Perú. Ojalá eso se logre en otro futuro cercano.
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