Esta es la historia acerca de la primera llegada de uno de los artefactos más aventajados de la vanguardia latinoamericana de todos los tiempos. Nada menos que el "Delay Tambor" de Silvania. Publicado en España por Stereophonic Elefant Dance Recordings allá por 1996, el disco era una antología de remixes a tracks provenientes de los primeros álbumes de la dupla, a saber, "En cielo de océano" (1993) y "Paisaje III" (1994). Partiendo de las coordenadas del shoegaze y el ambient pop de estos, lo que vemos/sentimos en "Delay Tambor" es full excursions in ambient, experimentación electrosónica y neo psicodelia enteógena.
Plan V o Ricardo Villalobos suenan a The Smiths a su lado. En serio. El roster de remixers lleva parte de la culpa en esta proeza mas sería un insulto obviar las 3 gemas originales que el dúo estrena, empezando por mi preferida "Eesal": una odisea cósmica de devastadores consecuencias. Y su efecto continúa al día de hoy.
En momentos en que las vacas sagradas del grunge y el brit pop hacían de las suyas y en Latinoamérica teníamos a los Ceratis, Aterciopelados y otros, Silvania nos mostró que todo era posible. Solo olvídalos y déjalos atrás o como diría Cocó, "tus sueños o ellos". Esta es la historia de los primeros. ¡Hasta siempre!
Pedro un ex subte de Lince, ya ido, llegó una tarde a la tienda de Lenti en Los Pinos con el "Miel Nube Hiel" bajo el brazo. Nos explicó que se trataba de un grupo peruano en onda shoegazer: My Bloody Valentine, Slowdive, Chapterhouse. Paré la antena en one y le saqué el fono para hacerme con una copia del "En cielo de océano", que el man tenía grabado en cinta.
Escuchamos el EP y efectivamente era full shoegaze ethereal noise. La gente de la escena se emocionó ricko y todos alucinábamos con la dedicatoria a Támira en el vinilo y luego incluso a Daniel F y Kilowatt en el CD. Cuando llegó el "Paisaje III" el chato Juan -de la Facultad- en un momento de rotunda lucidez clamó: "Silvania hace siempre lo que hace Slowdive pero mejor". Sí, ya habíamos gozado del "5EP" y parecía curioso que la dupla nacional tomara la misma ruta hacia el tekno ambiental.
Las semanas pasaban y a Lima siempre llegaban revistas españolas como Spiral, Factory y RockdeLux donde le rendían pleitesía a Silvania. Nunca olvidaré esa etiqueta que tan bien los describía: ELITISMO CARIÑOSO.
No recuerdo cómo o cuándo fue la primera vez que escuchamos el "Delay Tambor" simplemente un día ya varios lo teníamos y nos lo pasábamos entre nosotros. Para mí es la cumbre de Silvania si bien es principalmente un disco de remixes con 3 temas nuevos, Eesal, Bengala y Archeopteryx, que abren un nuevo mundo para la música peruana. Nadie había hecho algo así acá antes. Claro no estaban en Perú sino en Europa. Pero casi es lo mismo con los peruanos de los sesenta experimentales alumnos de los alumnos de Cage y Stockhausen.
El que proyectos que en ese momento eran el non plus ultra de la avanzada mundial pusieran manos a la obra en los sonidos de dos peruanos, eso es algo que marca una época y adelante. Todo puede ser ahora. Algo así como si Iannis Xenakis hubiera hecho un disco con César Bolaños o Popol Vuh con Manongo Mujica.
Y nótese que no hablamos de sonidos refritos o pasteurizados x la cultura glocal: v.g. cumbia dub, chicha hipster, etc. No, esto es avanzada sónica experimental. "La Nueva Atlántida". No una re-interpretación del folklore digitada por las think tanks del neo liberalismo.
Locust y su remix de "Oval" en plan pista de baile en Saturno aprovecha la voz de Cocó Revilla para insuflar las estrellas de poesía acuática. Mick Harris aka Scorn destruye "Raymi I" y nos lleva a a escalar las más abruptas cordilleras industribales. Autechre se lucen con su remezcla para "Un bosque en la memoria", ninguneada por las mentes shoegazers de la época. Santa simplicidad para con el braindance a la vena. La re-versión de Trilce x Seefeel resulta tan extraña y única como si Vallejo redactara una reseña del Succour para Amauta. Sub bajos dub, IDM y melodías diagonales.
"Delay Tambor" sigue siendo un disco nuevo y fresco aún hoy 2021. No podía ser de otra forma pues vivimos en tiempos de retromanía y adoración de lo impostado y refritero. Es un documento imperdible que nos recuerda cuando los peruanos conquistamos el súperespacio.
Mi favorita x siempre: EESAL.
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