Asegura la historia oficial que, durante la tocada de Crisálida Sónica en El Arabe Pub tres años atrás, (el ya entonces ex-Resplandor) Carlos Mariño traba amistad con el Hipnoascensión Juan Carlos Roldán (ex-Katarsis) y allí mismo nace la idea de hacer algo juntos, dadas las metas comunes (tentar una audición de los colores y las formas) y gustos compartidos (The Cure, Low). Girálea se manifiesta a comienzos del 97 con tres compadres más, que luego harían el quite por x razones.
A diez meses del fin del milenio editan un artefacto (autodefinido como "psicodélico") llamado Hacia el Fin, tratando, como la mayoría de estas bandas, de pergreñar un enervante coctel de sus influencias más saltantes -toda la saga Spacemen 3 con hincapié en (dicen) Spiritualized, Seefeel. El acabado es el reflejo de la ensalada referencial que hay en sus mentes: ¿Dónde está mi Alma? se realiza en intensas y bellas tonalidades armónicas, exultantes del registro angelical de los Cocteau Twins. Vacío y Prisión (al hilo) simplemente deslumbran, un par de suites transambientales donde calza a la perfección eso de "utilizar los instrumentos característicos del rock de una forma que no es rock". La difusa Luz y Fin tienen gotitas de acid rock, pero se parece más al background actual de Silvania sin sonar electrónico.
Con todo, En Círculos es el acabóse: un gran corte reciamente impregnado de melancolía, una sinuosa melodía de profunda tristeza, tanta como la de los Clan of Xymox en el Medusa (1987). Ante tal despliegue, no te quedará más que apuntarte a su siguiente concierto. Tranquilo, hay intención de tocar con mayor frecuencia.
HÁKIM DE MERV
(Revista "Sub" #4 - 1999)
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