Las ventas crecientes de casetes de audio no se prestan al mismo tipo de explicación técnica: están más relacionadas con la cultura y la psicología que con el sonido.
13 razones por las que reivindicar la vuelta del casette
1. Son las polaroid de la música
2. Son más prácticas que el vinilo
3. Son el mejor soporte para regalar canciones
4. Porque las carátulas pueden personalizarse
5. Por la vuelta del Walkman
6. Porque tienen más magia que las playlists de Spotify
7. Son únicas
8. Por la gracia de darle la vuelta al final de cada cara
9. Por su estético mecanismo analógico
10. Por devolverle a los bolígrafos su otro uso
11. Fueron las primeras en incluir las letras en sus librillos
12. Porque se pueden reutilizar
13. Últimamente se han diseñado reproductores tan fabulosos como este:
Es posible explicar el reciente auge en las ventas de vinilos en términos que tienen sentido para un audiófilo: un disco en vinilo tendrá más matices que la música comprimida en un formato digital.
Sin embargo, las ventas crecientes de casetes de audio no se prestan al mismo tipo de explicación técnica: están más relacionadas con la cultura y la psicología que con el sonido.
Recuerdo cuando x primera vez escuche los CDs .. tenía una tremenda expectativa, Pero me quedó un "sinsabor".
En el afán de eliminar el ruido o soplo de cinta se llevaron el "Alma" del sonido. Sonaba Calato.. extraño..
Recuerdo haber grabado algunos cds de metallica en cassettes de Cromo y sentía que sonaban mejor q el mismísimo cd.
Ademas lo ecualizaba y sonaba ultra sabroso. Le podía dar al Máximo los agudos, algo q el CD distorsionaba feo.
Tiene un tope el sonido digital.
- Paolo Barletti.
El siseante casete nunca fue la primera opción de los amantes de la música. La única razón por la que esas cosas fueron populares durante mi infancia y mi adolescencia en las décadas de 1970 y 1980 es su portabilidad: podían reproducirse en una grabadora, en un carro, en un Walkman, cuando aparecieron hace 40 años.
El CD los mató con menos piedad que a los vinilos: simplemente ya no había necesidad de sacrificar tanto la calidad del sonido.
Y aun así, el casete ha regresado. En el Reino Unido, las ventas subieron 112% al año en el primer semestre del 2019, incluso si eso significa que solo se vendió 36,000 casetes. Las ventas en Estados Unidos también están subiendo.
Hay incluso comentarios positivos sobre el sonido del casete, como esta publicación en Medium de Aubrey Norwood: "El sonido de la cinta es cálido. Saturado. Muestra un grado de imperfección y crea un flujo del famoso siseo con el que el formato se siente desnudamente honesto, lo que es oro para el músico inclinado por la sinceridad".
Los formatos digitales, por supuesto, pueden replicar cualquier imperfección que desee el artista, pero no sería sincero, ¿verdad?
Muchas personas perciben la música a través de historias, tanto personales como inventadas, pero siempre emocionales. Algunas veces la historia simplemente está vinculada a una pieza musical. Pocas personas pueden recordar en qué dispositivo se reprodujo la primera canción que bailaron con sus parejas. En otros casos, sin embargo, el dispositivo o la tecnología específicos también son importantes.
Como escribió Goran Bolin de la Universidad Sodertorn en Estocolmo en el 2014, las personas "desarrollan relaciones específicas, a veces apasionadas, con las tecnologías de reproducción como el vinilo, los casetes, los cómics y otros medios extintos o casi extintos".
La pasión, dice Bolin, "se activa por las relaciones nostálgicas con experiencias de medios pasadas, las remembranzas agridulces de los hábitos de medios relacionados con una etapa previa de la vida".
Eso implica un vínculo, no solo con un disco, sino con un disco en específico, el cual resuena en algún lugar especial y causa un desgarre particular; no solo con una canción, sino con un casete en el que se grabó posteriormente.
Posicionado como aliado de la contracultura (en el ámbito del rock, el casete siempre estuvo vinculado con la escena alternativa, que grababa de forma casera sus discos y los vendía a precios bajos; mientras que en los inicios del hip hop fue fundamental también para registrar en vivo las sesiones de los primeros DJ del género, como se muestra en un gran documental producido por Netflix, Hip Hop Evolution), el formato permite lo que Jed Shepherd, gerente de la disquería Post/Pop Records, que desde Londres edita nuevas bandas en casete, llama "tangibilidad". "Mientras los humanos tengamos manos y oídos, vamos a querer tocar todo aquello que escuchemos", le dijo a la revista Forbes.
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