Nos informan por ahí que están al caer sendos compilados de bandas techno industriales peruanas, ¿o deberíamos mejor decir limeñas?, que serían la respuesta nacional a lo hecho por los mexicanos. Si te fascinó este sampler no puedes dejar de visitar su primer capítulo, editado en 2005 bajo el nombre de BackUp: Expediente Tecno Pop. So(do)ma para los oscuros.
16 años después de Backup: Expediente Tecno Pop, se vuelven a encender las cajas de ritmos y sintetizadores de canciones de esos años lejanos. El sello tijuanense At-At records continua la labor comenzada en 2005 presentando IRRADIADOR Expediente Post-Industrial, que retoma el nombre de la legendaria publicación Estridentista, esos cosmopolitas mexicanos que irrumpieron con manifiestos y poemas a la tecnología. Con una atinada arqueología musical, At-At demuestra que lo más interesante nunca es la punta del iceberg, sino lo que se esconde bajo de la superficie.
- Juan Antonio Vargas (PRIMERO FUE EL SONIDO)
El salto de Tiempo entre la década de los ochentas a los noventas del siglo pasado fue revulsivo; tuvimos entonces la caída del muro de Berlín, la glásnost, La Guerra del Golfo. A nivel tecnología se insertaba la personal computer, la telefonía móvil y el internet de uso académico.
Mientras tanto, en México, eran tiempos intrincados con "El Chupacabras", el crecimiento del narcotráfico, la restauración del vínculo Iglesia‐Estado, el hipócrita Programa Nacional de Solidaridad, la crisis económica en crecimiento y el veto post Avándaro.
En la música, los charts incluían una lista con el título de Alternativo (Synth Pop, Reggae, Grunge, Shoegaze, etc.), claro, sin olvidar la campaña "Rock en tu Idioma". El New Wave y el Post punk desleían mientras el Synth pop se asimilaba y el Industrial permutaba para dar paso a nuevos estilos: Electronic Body Music, New Beat, Aggrepo o CyberPunk, lo que resultó en ritmos bailables con más fuerza, velocidad y voces cargadas de efectos. Una plataforma de sellos como Wax Trax, Nettwerk, Play it Again Sam, 4AD ó Zoth Ommog marcaba la ruta a seguir.
Este álbum recopila música sintética producida en México el crossfade del Tecno Pop al Post‐Industrial (1982‐1993).
Precursores de nuevos sonidos que en ese período, además del sintetizador se apoyaban de samplers, work stations o del ordenador, inclusive y nutridos por la cultura de shock, teorías de información, de historias de mundos distópicos, de la informática y los hackers.
Sus ciudades en movimiento: como el entonces Distrito Federal, Tijuana, Guadalajara y Ciudad Victoria, forjaron redes replicantes de revistas y fanzines para enterarse de lo que estaba sucediendo (El Centro de la Rabia, Taladro, La Pus Moderna, La Regla Rota), y también programas de Radio (Éxtasis 1‐01, Nexus 6, La Fábrica X, Sintonía Pop, El Arca de Neón, Noarte), así como Clubs para el baile y cotilleo de eso que estaba sucediendo (Bar 9, TuM FruM, Roxy, Koko Loco, Dread Night o Last Temptation), y también había sellos independientes “Grabaciones Lejos del paraíso”, “Nuclear”, “Opción Sónica”, “Genital Productions”.
Si bien estos proyectos aquí incluidos trabajaban para granjearse un sitio en el mundillo de la música electrónica, la sacudida que dio el House en el verano del 88 advertía cambios y el umbral de un rizoma sónico.
La Belleza del electrón y el baudio.
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