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viernes, 12 de enero de 2024

“EVANESCENCE” de SCORN :. 30 AÑOS O CUANDO SE ESFUMA EL DESDÉN.

SCORN certifica un viaje alucinante desde el Hades hasta un recóndito paraje en el espacio sideral.

por REVORDRIFT.

Agosto de 1994, verano en el Reino Unido, concretamente en Birmingham nace este tercer disco del acto SCORN, conformado principalmente por Michael John Harris (percusión) y Nicollas Bullen (voz) ambos provenientes de la banda Napalm Death, sumados a Jim Plotkin (guitarras).

Haciendo eco de ritmos industriales, Dub, Trip hop, electrónica experimental y Ambient; SCORN deviene una suerte de siniestra electrónica a ritmos constantes pincelando y maquillando la obscura y pétrea naturaleza de su estructura sonora, utilizando fórmulas de  ejecución instrumental alternativas a lo convencional, combinando los dispositivos eléctricos propios de la época a la manera atmosférico-minimalista, alcanzando niveles de sofisticación y hasta versátil abstracción siempre con un ritmo variable en cada uno de sus cortes. Hoy 30 años después, el sonido del Evanescence (Esfumación) mantiene vigencia con los lanzamientos discográficos del propio acto en la presente década además de resultar hasta actual en otros exponentes del dark ambient dub vigentes. Sin embargo hay una metamorfosis en el sonido de SCORN desde su génesis hasta este “Evanescence”.

Ese año 1994 se publicó también el “Dummy” de Portishead, el “Selected Ambient Works 2” de Aphex Twin y Bark Psychosis haría lo propio con su “Hex”. También entró en vigor la constitución de Fujimori en el Perú, Nelson Mandela salió elegido presidente de Sudáfrica poniendo fin a los 44 años de apartheid y Yaser Arafat gana el premio Nobel de la paz. Un escenario internacional donde EE.UU regía sin contrincante ni contrapeso, tras el desmembramiento del régimen soviético, un contexto político social en lo local en el que se  vivía un patente enfrentamiento armado entre el estado peruano y Sendero Luminoso.

Es 1992 cuando se publicó el álbum debut de SCORN - Vae Solis, en el cual el metal industrial está aún presente y se nota descollante la herencia del grupo Napalm Death, del cual provienen Harris y Bullen. “Collosus” (1993) y “Evanescence” (1994), segundo y tercer disco respectivamente, constituyen un giro que realiza la banda en su sonido llevándolo a entornos más electrónicos y atmosféricos que propiamente los del rock pesado e industrial. Donde más se nota esta transformación es en la voz que gana en armonía sin perder demasiado en fuerza, descartando el chillo y la saturación de la pronunciación gutural.

Bullen con sus vocalizaciones, Harris en la percusión y Plotkin en la guitarra configuraron un conglomerado hipnótico-narcótico-noctámbulo desde Birmingham UK brioso y enjundioso en su constitución sonora dando lugar a este 3er álbum de la agrupación bajo el sello discográfico Earache Records.

SCORN, produce en el Evanescence, un sonido original para su tiempo, donde se combinan los bajos profundos con las guitarras minimalistas, la percusión con un tempo poco acelerado y con vocalizaciones certeras y breves como cortas exhalaciones.

La detenida escucha de estas piezas del Evanescence (Esfumación) decanta hacia esos rasgueos guitarreros modulados por Plotkin, propagándose por la sincronía de la composición.

Además la utilidad de la repetición descubriendo nuevos matices a medida que avanza el track en ese lejano y frío guitarreo extremo propio de bandas de avanzada en los noventa.

Como influencias para su expresión musical podemos citar: CABARET VOLTAIRE, CLUSTER, BRIAN ENO, THROBBING GRISTLE, TANGERINE DREAM.

Como colegas de vuelo contemporáneos: SPACETIME CONTINUUM, AUTECHRE, COIL ,TRANSIENT WAVES, SEEFEEL, APHEX TWIN.

Lo que resalta en el Evanescence, en primeras instancia es el golpeteo y pulsación de la percusión, es lo que salta más a la vista, no obstante las guitarras sugerentes adhiriendo sus texturas y vibraciones de manera subyacente haciendo uso auténtico de la fórmula minimal, incisiva, espacial y filuda en la mayor parte de sus momentos. Si la base de percusión sirve de capa exterior la combinación con los sonidos de las cuerdas electrificadas engendra un furor y una insana cualidad que nos remonta ya no a Napalm Death, sino a un sonido que se coloca más allá del rock de avanzada.

Las cuerdas son el aspecto subyacente que modulado con los efectos electrónicos remiten a un paraje sonoro de fría y metálica textura. Los matices y carices que permiten una profunda escucha de estas proteicas atmósferas de oscura e industrial acritud hace que SCORN  cree y evoque una minimalista e hipnótica amalgama de vibraciones.

Los enormes paisajes sonoros de los graves y tétricos bajos, se suceden en su vastedad, mientras que la música es un lento avance entre el sonido industrial, con guitarras que vibran lentamente en clave minimalista y voces que son mortalmente lentas y tenues, y  casi enterradas en una mezcla más espesa que la niebla británica.

Evanescence: 10 piezas y el espacio exterior acercándose.

“Silver Rain fell” se inicia con una ácida pero cautivante atmosfera espacial que evoca esa fría y extraña naturaleza sideral que serviría de iniciática coordenada en donde situar el sonido que se presenta en este Evanescence (Esfumación). Estos ambientes guitarreros de avanzada harían eco en actos posteriores no tan lejanos en el tiempo como Transient Waves o a bases de ritmos cercanos a lo Front 242.

“Light trap” (trampa de luz) refleja esa intención de combinar la sintonía en su eléctrica constitución con las capas de sonido en un segundo plano generadas por la guitarra. El tempo en este tema se sitúa en adagio y las vocalizaciones son tratadas como un efecto de sonido más a toda la orquestación.

La profunda oscuridad pseudo-tribal que luce “Falling” con esa siniestra amalgama entre guitarra y percusión que es encauzada con las vocalizaciones: “Your body is losing all sensation/tu cuerpo está perdiendo toda la sensación”, sumada al ritmo acelerado y las  pulsiones de la orquestación; conlleva a ambientes y circunstancias sonoras de profusa delectación.

En “Autómata” la agónica densidad de los sonidos junto con la voz aturdidora pronunciando “you gave me death/ tú me diste la muerte” alberga una pesadez de tenebrosa laya.

En “Days passed” la cascada sonora embriaga partiendo de un riff de teclado algo psicodélico pendido de la percusión y los efectos electrónicos conviviendo y configurando la melodía siendo la guitarra su dibujante o guía, es decir delineando las rutas y límites a los que arriba la morfología del tema.

En “Dreamspace” el inicio a lo Aphex Twin conecta con un groove íntegramente eléctrico fomentado por la base de percusión, dejando frases como: “Drift even further in darkness”/”déjese llevar más lejos en la oscuridad”.

La electrónica tribal deja también entreverse en el inicio de “Exodus” para dar pie a unas densas atmosferas adornadas por diversidad de sonidos desde la guitarra hasta un cuerno celtíbero allá en su particular derrotero de tenaz agonía. En “Exodus” son las guitarras etéreas y envolventes en lo recóndito de la composición las que tocadas de esa detallada manera copan los sentidos esfumándose hasta volver a repetirse.

“Night tide”, lleva a paisajes rítmicos que van de menos a más, detalles y tonos modulados industriales con la irrupción de una especie de letanía repetitiva: “The secret of eternity/el secreto de la eternidad” - “Die slowed / muere con demora” fervientemente articulada por Nicollas Bullen en su particular retahíla sonora.

“The end” se acerca más al sonido de SEEFEEL (grupo también proveniente de la camada noventera en su coqueteo con la electrónica abstracta) con sus largos ambientes de teclado y una percusión rica en matices y colores.

El disco finaliza con “Slumber”, el trayecto llegando a su finitud, tocando fronteras con lo espacial y traspasándolas siempre en la línea minimalista y experimental haciendo guiños a bandas como Cluster y hasta Tangerine Dream.

 

La posterior discografía del grupo, Elipsis y Gyral (1995), Zander y Whine (1997) y un largo etcétera confirman la deriva electro de este grupo que al venir de una tradición metalera o hardcore punk lo provee de un talante sui-generis o cualidad de rara avis. Un tono temperado en la voz, geniales secuencias de percusión y guitarras sugestivas dotan al “Evanescence” de una especie de circunspección y reserva que si bien no eleva a parajes celestiales, te lleva a un tour por los densos e inquietantes avernos del ambient dub, algo difícilmente olvidable.

“Café mor” (2019) supuso la vuelta de SCORN por un hiato de 9 años en su discografía y “The only place” (2021) refrenda lo dicho beneficiándose de las novedades tecnológicas que proporciona la paleta de sonidos en esta década actual.

En rigor, SCORN certifica un viaje alucinante desde el Hades hasta un recóndito paraje en el espacio sideral, el cual personifica, en su alienígena configuración, la deriva electrónica industrial y experimental de la agrupación en todos estos años.

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barbarismos

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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

sonido es sonido

pura miel

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RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

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